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De acuerdo a nuestras fuentes, en la reunión fijada para este martes 26, el presidente paraguayo debería recordar –entre otras cosas– que para la construcción de la central hidroeléctrica de Itaipú, el Paraguay tuvo que renunciar a una de las maravillas de la naturaleza, que fueron las Cataratas de Saltos del Guairá, y que la mayor cantidad de energía fue utilizada por Brasil a tarifas muy por debajo de las existentes en ese país.
Señalaron que esa energía “casi regalada” posibilitó nada menos que el desarrollo de la industria brasileña en São Paulo y Río de Janeiro y que la energía no utilizada por Paraguay es cedida a una tarifa no acorde a los valores de mercado. Un ejemplo, indican, es que nuestro “socio” en este emprendimiento importa actualmente la energía de Argentina (que sale de Yacyretá y en violación al Tratado paraguayo-brasileño), a través de la estación de Garabí a US$ 120 el MWh. Paraguay viene cediéndole a Brasil la energía que le corresponde, pero no puede utilizar, a US$ 8/MWh.
Aclaran que Paraguay también debe cumplir una “tarea propia”, que es la construcción de al menos una Línea de Transmisión de 500 kV más, con la capacidad suficiente para que, sumada a las líneas ya existentes, tenga –antes del año 2023– la posibilidad de retirar el 100% de la energía de Itaipú que le corresponde por Tratado.
Los técnicos manifiestan que en base a lo mencionado, Paraguay debe plantear y defender como objetivos que se mantenga la tarifa de Itaipú para disponer de más de US$ 1.000 millones anuales independientemente de los otros ingresos actuales. Asimismo, mantener el acuerdo operativo que permite el uso preferente de la energía superior a la garantizada o excedente, que es mucho menos costosa que la garantizada.
Igualmente, incrementar la tarifa de cesión de energía y limitar la cantidad de energía que nuestro país puede ceder; vender la energía a precio de mercado (la no utilizada por Paraguay y que no forma parte de la definida como energía cedida a Brasil). También se propone construir la esclusa de navegación para completar las obras indicadas en el Tratado de Itaipú.
Mensaje de “mano dura”
Sobre el nombramiento de militares en las direcciones clave de Itaipú Binacional, una de nuestras fuentes entiende que Bolsonaro quiere gente cercana a él en Itaipú y que esté alineada bajo su mando. Asimismo, con ello querría dar a entender que la administración de Itaipú y las negociaciones del 2023 se harán con “mano dura”.
Algunos técnicos opinan que la “falta de acuerdo” entre ANDE y Eletrobras sobre la contratación de potencias de Itaipú para el presente ejercicio 2019 podría ser un “adelanto” de lo que sería el “nuevo relacionamiento” en la binacional. El impasse guarda relación con que Brasil quiere evitar que Paraguay siga accediendo a la energía barata o excedente.
Primer “acto de prepotencia”
La “falta de acuerdo” entre la brasileña Eletrobras y la paraguaya ANDE sobre las potencias a ser contratadas de Itaipú durante el 2019, que tuvo lugar el 12 de febrero último, podría catalogarse como el primer “acto de prepotencia” de nuestro “socio” en la binacional. Esto sería así, simplemente porque los brasileños pretenden, lisa y llanamente, desconocer los acuerdos suscritos entre ambos países en cuanto al uso de la energía excedente.