El informe de verificación indica que el personal de Auditoría Interna verificó la dirección fiscal de tres empresas proveedoras, en este caso de productos de limpieza, entre otras cosas: Factory Price, propiedad de Limpia Bernal; HDB, de Hugo E. Díaz Bernal, y Limparbras, de Jorge D. Díaz Bernal, confirmando que los dos primeros efectivamente tienen la misma dirección (Quebracho 3350 c/ Samu’u), y la tercera es muy cercana (Samu’u 3587 c/ Quebracho).
En una parte del informe se detalla que en esas direcciones fueron encontrados solamente domicilios particulares, y lo que es más grave, según se puede leer en otra página del documento elevado por los auditores, es que la Municipalidad de Asunción, a través de su departamento Tributario, les confirmó que “de los tres proveedores analizados, solo la Sra. Limpia Bernal cuenta con patente comercial de una ferretería, y sin embargo, in situ, en la dirección proveída se encontró una despensa”.
Las referidas firmas vendieron el año pasado productos de limpieza y otro tipo de bienes a la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap), de propiedad estatal, por valores que van desde G. 3.000.000 hasta G. 18.000.000.
Otra anomalía, según la auditoría interna, es que las facturas fueron llenadas, al parecer, por la misma persona, porque las letras son bastante similares.
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El documento destaca además que se ha constatado en la página de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) dos llamados, uno para la “adquisición de artículos de limpieza en la modalidad de contrato abierto” y otro para la “adquisición de elementos de limpieza”, y a pesar de ello “se han realizado numerosas compras por la Caja Chica”, como sería el caso de las tres empresas citadas anteriormente, y otras varias que figuran en la lista sobre las cuales no se indican posibles ilegalidades.
Agrega que las anomalías detectadas podrían representar hechos punibles (lesión de confianza y producción mediata de documentos públicos de contenido falso), según el Código Penal.
Los pagos se hicieron a través del rubro caja chica o fondos a rendir, cuyo uso indiscriminado fue denunciado en varias oportunidades por sindicalistas de la estatal. Justamente a raíz de las denuncias Auditoría General del Poder Ejecutivo está analizando el destino de unos G. 15.000 millones que fueron utilizados el año pasado, entre enero y junio.
Móviles sin uso retiraban combustible
La auditoría interna también detectó otra serie de anomalías en el uso de combustible. Vehículos que estaban sin movimiento, que el informe no detalla si es por desperfecto mecánico, retiraron combustible. O por lo menos las tarjetas asignadas por Petropar para esos móviles fueron utilizadas para retirar nafta o diésel.
Algunos móviles, inclusive, retiraron mayor cantidad de la contemplada en la tarjeta. Menciona, por ejemplo, que Luis Suárez, de la Gerencia Administrativa, tiene disponibles G. 2.000.000, pero cargó por G. 527.288 más, al igual que Miguel Quinto, de la Gerencia de Redes, que retiró por G. 502.104 más, y Marcelo Banti, de Agua no Contabilizada, por G. 445.081 más. Otros tantos retiraron más de la capacidad del tanque del automotor.
