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Un total de 61 nuevos funcionarios contrató la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap) bajo la nueva administración presidida por Natalicio Chase. Al mismo tiempo, recibió una decena de comisionados de otras instituciones del Estado, a los que también la estatal abona una cantidad de dinero mensualmente, bajo una denominación “diferencia salarial”.
Entre los comisionados figuran, por ejemplo, Fanny Amarilla, telefonista en la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) con un salario de G. 8.000.000, a quien Essap abona además G. 6.600.000, como “asesora”. También aparece Cynthia López de Alcaraz con una jugosa asignación de G. 10.600.000, como asesora. López de Alcaraz es funcionaria del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE). Figura además Cecilio González, comisionado de la Junta Municipal de Asunción con una asignación de poco más de G. 6.200.000 en la categoría de “asesor”.
Los 61 nuevos funcionarios y los comisionados significan un gasto mensual de unos G. 300 millones a la Essap.
La mayoría de los ingresados fue asignada al área administrativa y apenas cuatro como cuadrilleros, para la atención de caños rotos, uno de los más graves problemas de la empresa teniendo en cuenta que los últimos datos señalaban pérdidas anuales que rondan los US$ 28 millones.
Consultamos ayer al ingeniero Carlos Antonio López, gerente general de la estatal, sobre la necesidad de las nuevas contrataciones, atendiendo a que siempre se dijo que Essap tiene más funcionarios de lo que necesita realmente. Respondió que “depende del criterio que se usa; pero cuando esta administración asume se encuentra con el problema de los fondos fijos a rendir con 41 imputados; algunas descontrataciones y nombramientos en cargos de confianza se llega a esa cantidad, además de la necesidad de realizar algunos ajustes necesarios por jubilaciones, renuncia y términos de comisionamiento”, expresó.
La Essap tiene unos 330.000 usuarios y 2.056 funcionarios. La crítica a las nuevas contrataciones es justamente la cantidad. Tampoco convoca a concurso público porque se ampara en la figura de “Sociedad Anónima” pero que es 100% propiedad del Estado. A esto se suma el aumento excesivo que aplicó desde setiembre último por los servicios de agua potable y alcantarillado sanitario.
En el caso de la red cloacal la Essap aumentó más del 100% y del agua, un 21%.
Esta semana justamente el familiar de un usuario del barrio Obrero de Asunción de nombre Wladimir Caspar, lamentó su abultada factura de G. 500.000. Normalmente pagaba entre G. 180.000 y G. 200.000 y desde diciembre recibió más del doble.
“La cuenta viene a nombre de mi abuelo, pero yo soy el que paga. Ahora solo trabajamos para mantenerles a los funcionarios públicos porque yo no tengo red cloacal”, expresó.
Arce contrató a otros 160
Carlos Arce, el antecesor de Natalicio Chase, contrató por su parte a otros 100 nuevos funcionarios entre enero y julio de 2018, de acuerdo a la planilla salarial que obra en la web de la Essap. Sumando los que ingresaron bajo la actual administración y la anterior, todo el ejercicio 2018 ingresaron a la aguatera estatal unos 160 nuevos funcionarios.
Parte del dinero conseguido por el ajuste tarifario a todos los usuarios de la aguatera tanto de interior como de la capital y su zona de influencia irá a financiar los salarios de estos nuevos funcionarios, admitió el gerente general Carlos Antonio López. También dijo que “para cubrir costos de operación y mantenimiento en una primera etapa”.