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A inicios de este año, 80 familias de San Pedro de Ycuamandyyú denunciaron que habían sido estafados por Luis Cabrera. Indicaron que él consiguió créditos en forma irregular y después despojó del dinero a sus genuinos beneficiarios en complicidad con funcionarios del Crédito Agrícola de Habilitación (CAH).
Al respecto, el entonces asesor jurídico del CAH de San Pedro de Ycuamandyyú, Dr. César Recalde, informaba en abril pasado que Cabrera, con CI 1.338.827, tiene en su legajo varias denuncias por estafa.
La primera causa, Nº 773/13, fue presentada al fiscal Jorge Encina; la segunda, Nº 836/13, involucra a funcionarios públicos y está en manos de la fiscala Dominga Benítez y se denuncia a María Cristina Sanabria (exfuncionaria del CAH), Marco Maldonado, Miguel Alfonzo, Fátima Vera, Wilma Lorena López, funcionarios del CAH, comisionados en la Gobernación de San Pedro.
El modus operandi de Cabrera era la falsificación de documentos, engaño a los clientes, participación en el proceso de crédito, percepción de cuotas de los clientes sin registrarlas en la contabilidad del CAH, según los datos. Incluso hay una declaración firmada por Cabrera en la que manifiesta su participación en el engaño a los clientes.
A su vez, su esposa y tres hijos, son también prestatarios del CAH con cuentas totalmente en mora, es decir sin haber abonado una sola cuota desde el 2012. Ellos son Julia Blanco de Cabrera, con CI 3.932.321, que prestó G. 10 millones; Julio César Cabrera Blanco, CI 4.295.470, con G. 7,5 millones y ya tiene dos años de mora; Hugo Ricardo Cabrera, CI 4.295.471, que obtuvo G. 7 millones.
Otro de los dirigentes que están al frente de las movilizaciones por la condonación es Aureliano Aguilera, denunciado en setiembre último por la Coordinadora de Productores de Sésamo, en la que él era directivo. El gremio lo acusó por lesión de confianza y apropiación, con un perjuicio de unos US$ 1.200.000, que afectó a 2.000 asociados. Se trata de una parte de la donación de Itaipú, recibida durante la gestión del exministro de Agricultura, Cándido Vera Bejarano.
Aguilera tiene, además, una deuda total de G. 1.254 millones en diversas entidades financieras. Según dijeron las autoridades del CAH, todas estas deudas son antiguas y no tienen relación con la falta de comercialización de la chía, que es el argumento que utilizan ahora los labriegos para realizar el insensato pedido de que se les condonen sus deudas públicas y hasta las privadas.