El referido informe presentado el último miércoles por Bas Bakker, jefe de la misión del FMI, señala que debería haber un margen para revisar las prioridades del gasto dentro del envolvente existente.
Sostiene que los niveles de gasto de Paraguay son bajos en comparación con otros países, pero la composición es asimétrica, ya que una alta proporción del gasto del gobierno está destinada a salarios, mientras existe la necesidad de aumentar la infraestructura y el gasto social, incluyendo salud y educación.
“De hecho, el gasto salarial del gobierno de Paraguay como porcentaje del PIB es similar al de otros países de la región, aunque el papel del gobierno es mucho menor”, puntualizó el Fondo.
En ese contexto, el informe menciona que el organismo espera con interés las próximas recomendaciones de la comisión que tiene a su cargo la revisión del gasto, conformada por representantes del sector público y privado.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Esta comisión en el transcurso del mes debe consensuar medidas a ser implementadas para reducir el gasto y mejorar la calidad del mismo, una crítica que lo viene haciendo el sector empresarial desde hace tiempo.
El gasto salarial en el sector público sigue creciendo y se lleva gran parte de la recaudación de los impuestos pagados por la ciudadanía, quedando poco margen de maniobra para atender necesidades prioritarias en el sector social y las inversiones en infraestructura quedan sujetas exclusivamente al endeudamiento.
Por ejemplo, en la administración central en 2017 se destinaron G. 13,9 billones (US$ 2,317 millones) para remuneraciones, al año siguiente creció a G. 15,2 billones (US$ 2.538 millones) y para el presente ejercicio lo presupuestado subió a G. 17,3 billones (US$ 2.887 millones).
En 2018, según datos del Ministerio de Hacienda, el 71% de la recaudación se destinó a salarios y este año aumenta a 74%, lo que implica que de cada G. 100 recaudados G. 74 irán a salarios.