Los piñeros señalaron que actualmente están trabajando en la colocación de protectores naturales sobre las frutas para evitar que sean dañadas por las altas temperaturas de la época. El objetivo es asegurar la calidad requerida del producto para su distribución en los puestos de ventas, expresaron.
En el asentamiento Sebastián Larroza de este distrito se prevé recolectar unas 200.000 frutas producidas en forma orgánica. Según los productores, ya tienen compradores y el precio de venta será de entre G. 25.000 y G. 30.000 la caja.
Los labriegos expresaron que existirían unas seiscientas hectáreas de plantas del producto en el distrito de Santaní y Guayaybí en proceso de maduración y a punto de ser cosechadas. Las familias que se dedican a esta actividad agrícola esperan obtener un importante ingreso económico por la venta de la producción.
Uno de los agricultores del asentamiento Sebastián Larroza, Marcial Enciso, dijo que los productores esperan optimistas el comienzo de la recolección. Señaló que esto constituye una importante actividad económica, porque permite disponer de un poco de dinero para las fiestas de fin de año, además de mejorar la calidad de vida y para invertir en el mejoramiento de sus viviendas o ampliación de sus parcelas agrícolas.
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Según los datos, en algunas fincas, principalmente en la localidad de Guayaybí, ya se está vendiendo el producto de la etapa tempranera a un precio accesible.