El dirigente naviero explicó que esta exigencia está fundada en la siguiente legislación: Ley N° 928/27, Decreto N° 424/36, Ley N° 429/57, y la Ley 476/57, que regulan la navegación fluvial y el funcionamiento de la Prefectura General Naval (PGN); y en todos los casos establecen que toda embarcación o artefacto naval debe estar registrado.
Añadió que toda embarcación debe tener matrícula, estar registrado y pagar una patente a la PGN, y el dueño tiene que estar “perfectamente identificado”. Dijo que el requisito es mayor para aquellas embarcaciones que se dedican al transporte de pasajeros o cargas, manejados desde el punto de vista comercial, sin importar su tamaño.
Preguntado cómo ve la situación hoy, Ehreke manifestó que es caótica, pues hay muchísimas embarcaciones no están matriculadas. “Nosotros, como Centro de Armadores, hemos reclamado ese hecho muchas veces, de que hay embarcaciones que se construyen o fabrican, son puestas en el agua y operan, sin tener ningún tipo de control y sin estar inscritas en la Prefectura, que es obligatorio para todos”.
Agregó que la explicación que alguna vez dieron las autoridades de la Prefectura a CAFyM es que estas embarcaciones, durante el día, son escondidas en pequeños riachos y lugares ocultos, y que de noche salen justamente para ser utilizadas en operaciones de contrabando, de robo de combustibles a los remolcadores. Dijo que las autoridades reconocen que perseguirlos es una tarea de la institución.
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Requerido si se puede tener la lista de las registradas, al menos, el empresario afirmó que eso sería “muy difícil”, debido a que embarcaciones del siglo pasado, que ya desaparecieron hace mucho tiempo, aún figuran en los registros, y otras que están navegando por ahí, como aquellas que prestan servicios entre Clorinda (Argentina) e Itá Enramada, no están inscritas y están operando. “O sea, el registro no sería fiable; aparte de que conseguirlo podría representar una misión imposible”, acotó.
No obstante, Ehreke afirmó que la matriculación y registro es muy importante, puesto que a través de esta documentación las autoridades y la sociedad pueden saber quién es el propietario de una embarcación que eventualmente esté involucrada en un accidente o en la comisión de hechos punibles.
“Tal como sucede con los vehículos terrestres, siempre el objetivo es reconocer inmediatamente al propietario para responsabilizarlo de lo que ocurra con su embarcación”, subrayó.