Hay serias dudas de que podamos aprovechar toda la energía de Itaipú

–¿Qué posición tiene la UIP sobre la revisión del Anexo C, siendo el sector que, en teoría, debiera de utilizar a gran escala la energía hidroeléctrica?

–El Gobierno e Itaipú aceptaron el año pasado que la UIP forme parte de la mesa de negociación de este trascendente tema. Para el gremio es muy importante que el Estado paraguayo defina qué modelo de desarrollo quiere tener para el país, y nosotros vemos que ese modelo tiene que ser el desarrollo del sector industrial, y qué mejor oportunidad para ese desarrollo es utilizar una materia prima tan importante y escasa en el mundo como es la energía hidroeléctrica, que puede ser una palanca muy importante para el desarrollo industrial y de la economía paraguaya. Nosotros creemos que esta es una “oportunidad de oro” que tiene el Paraguay para poder sacarle ventaja a una empresa tan importante como Itaipú, que nos ha ubicado entre los países que hicieron las mayores hidroeléctricas del mundo, que a pesar de que no ser la mayor hoy, sigue siendo la que mayor cantidad de energía genera.

–¿Desde el gremio ven que se está haciendo algo para que eso sea posible?

–Vemos con muy buenos ojos que la ANDE esté encarando la construcción de más líneas de transmisión, porque si llega el 2021, ya no hablamos del 2023, cuando la deuda cae estrepitosamente y, de acuerdo a la ecuación actual, también va a caer la tarifa. Entonces, es muy importante anticiparnos y establecer una posición que beneficie a nuestro país y a la industria.

–Los brasileños también estarán pensando en lo mismo, ¿qué es lo que concretamente nosotros tenemos que hacer para evitar que nos quedemos de vuelta sin esa energía?

–Allí hay un serio problema. Nuestro país no tiene toda la industria desarrollada para usar ese 50% que le corresponde en Itaipú. Nos parece muy bien que se estén haciendo las líneas de transmisión, porque por lo menos vamos a tener capacidad para transportarla y como es una utopía vender a terceros países, como Chile, Uruguay o Bolivia, porque tiene sus problemas que no son sencillos, entonces debemos sacar un mejor provecho de la venta al Brasil.

–Brasil seguirá beneficiándose, y aún más con la caída de la tarifa.

–Ojalá en el menor tiempo posible Paraguay use su 50%, sobre todo para el desarrollo industrial, pero no es así. Entonces, la negociación se va centrar seguramente en lograr que Brasil pague el mejor precio por la energía que Paraguay le seguirá cediendo.

–¿Acaso Paraguay no debería pelear por vender a otras distribuidoras o empresas privadas del Brasil, y no solamente a Eletrobras?

–Eso debe ser parte de la negociación para obtener un mejor precio. No obstante, hay que tener en cuenta que el 45% del costo de la energía que llega a São Paulo, por ejemplo, es impuesto, por eso llega a un precio tan elevado y el impuesto no va a desaparecer. Y por eso es que se dice que aún bajando al costo que estamos pretendiendo, el beneficio para el consumidor final brasileño no va a ser tan grande.

–Empresas y distribuidoras de estados cercanos del Brasil también están interesados en comprar la energía paraguaya.

–Eso es lo que nosotros tenemos que tratar de lograr, porque Brasil siempre va a necesitar energía. Por eso, la negociación que haga Paraguay debe tratar de sacar el mejor precio de la energía que hoy cede al Brasil.

–¿Existe hoy una política de Estado de desarrollo industrial o no?

–¡Claro que no! Eso está demostrado con lo que está ocurriendo con el tema de la devolución del IVA a las industrias aceiteras.

Reclaman una “misma visión”

Los tres poderes del Estado tienen que tener la misma visión de desarrollo, afirmó el titular de la UIP, Gustavo Volpe. Dijo que el Gobierno es cómodo y, por temor a manifestaciones (populares o de grupos poderosos) muchas veces no toma las medidas. Acotó que con la reforma tributaria estaba previsto cobrar el selectivo al consumo a autos usados importados de Chile, pero retrocedió.