Horno de INC paró más de 100 veces en los últimos tres meses

Desde la planta de Vallemí de la INC informaron ayer que el horno de clínker registró más de 100 paros en los últimos tres meses, ya luego del cambio del tipo de combustible (de fueloil a coque). Para este proyecto, que hasta ahora no funciona normalmente y otras inversiones afines, la estatal recibió US$ 67 millones de préstamo, pero terminará devolviendo US$ 187 millones en 30 años.

Cargando...

La administración de la Industria Nacional del Cemento (INC), presidida por el Ing. Jorge Méndez, resta importancia a las fallas que presenta el proyecto de cambio de combustible del horno de clínker, que desde hace tres meses está en plena ejecución sin lograr los resultados esperados.

El director de fábrica de Vallemí (Concepción), Darío Acosta, dijo ayer a nuestro diario que el período de prueba de los nuevos equipos dura seis meses, “para estabilizar el horno, ver qué combustible conviene más, qué proporción, cómo se comporta todo el sistema, qué habría que adicionar, qué hay que sacar”. Todo este proceso es resultado de la adecuación del horno de la cementera, que anteriormente utilizaba únicamente fueloil y que ahora puede alimentarse con combustibles sólidos, como carbón vegetal, mineral, coque de petróleo. En particular, esta administración opta por el coque, según el dato oficial.

Pero, contrariamente a los anuncios que el propio Méndez había hecho de que a fines de 2017 estaría operando normalmente la planta de Vallemí con el nuevo tipo de combustible, las maquinarias están fallando y se producen constantes paros de horno. Según el director de fábrica, se prevé que en el transcurso de enero y febrero se solucionen los inconvenientes, de modo a llegar a la normalidad de la producción, 2.200 toneladas de clínker por día, que en los últimos meses, según su versión, estuvo en el orden del 70%. Consultamos al director de fábrica cuántos paros exactamente hubo en estos últimos meses y respondió que no sabe con exactitud, así como tampoco supo decirnos cuánto le cuesta a la empresa cada paro.

No obstante, según informó a su turno un técnico de planta de Vallemí, Catalino Narváez, la cantidad de veces que el horno dejó de funcionar supera ampliamente los registros de paros de las últimas administraciones. En setiembre hubo 38 paros, equivalentes a 318 horas sin funcionar, que se traduce en 13 días, indicó Narváez. En octubre, la producción de clínker se interrumpió 35 veces, es decir, no trabajaron 464 horas, que equivalen a 19 días.

En noviembre pasado, siempre según los registros proporcionados por el técnico, hubo 25 paros del horno, por el total de 338 horas que son 14 días. En este mes de diciembre, en tanto, la cantidad de suspensiones asciende a 19, por el total de 173 horas, que son 7 días. Para el director de fábrica, sin embargo, no hay por qué alarmarse. “A nosotros no nos asusta. Entendemos que a la gente sí, pero es parte del proceso. Eso es así acá y en cualquier parte del mundo”, dijo. Sin embargo, el temor es que la provisión de cemento se vea afectada por toda esta situación de inestabilidad en la planta.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...