El fin de semana, el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) emitió un comunicado en el que nuevamente ataca al compatriota Hugo González, que junto con su familia ocupa unas 250 hectáreas en Punta Pistola (distrito San Alberto, departamento de Canindeyú), frente mismo a la colonia Santa Lucía.
“Principal usurpador de tierras, con prohibición de salida del país, falsea su identidad”, fue el título de la misiva, en la que señalan que Hugo González es en realidad, Hugo Arístides Coronel González, y que cambió su identidad “intentando evadir a la justicia”.
“Según informes de la Policía Nacional, se trata de Hugo Arístides Coronel González, con cédula de identidad Nº 1.840.181; nació en la capital altoparanaense el 23 de agosto de 1978 y vive actualmente en Ciudad del Este. Pesa sobre el mismo una prohibición de salida del país, como derivación de un proceso por ‘producción de documentos no auténticos y soborno en grado de tentativa’, dictada por el juez José Armando Yuruán Chena. Los hechos punibles por los cuales tiene la medida restrictiva se perpetraron en la zona de San Estanislao, San Pedro, de acuerdo a datos de su estado judicial proporcionado por las autoridades”, alega.
Para Indert, usurpadores
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Según Cárdenas, los González “no son más que usurpadores” de las 250 hectáreas en Punta Pistola, a las que accedieron irregularmente durante administraciones anteriores.
“Hugo González y la mayoría de sus parientes no reúnen los requisitos exigidos en el Estatuto Agrario para ser beneficiarios de lotes del Indert destinados a los campesinos sin posibilidades económicas para adquirir tierras para vivir y trabajar en la agricultura familiar”, insiste el comunicado de la institución.
Pregunta sin responder
El presidente del instituto rural habló en numerosas ocasiones en estos mismos términos al referirse a los González, pero hasta ahora no ha podido explicar por qué él mismo firmó, durante su administración actual, un acuerdo de permuta con estas mismas personas, comprometiéndose a entregarles otras tierras a cambio de que cedan Punta Pistola para los colonos asentados en Santa Lucía.
Es que el Indert trasladó a dicha colonia a más de 500 familias de campesinos que anteriormente vivían en las tierras de Ñacunday, supuestamente de Tranquilo Favero, pero en la actual colonia, promocionada como “modelo”, no hay suficiente espacio para todas ellas.
Los campesinos habían emplazado al ente hasta esta semana para conseguir las tierras faltantes, de lo contrario, según lo previsto, retomarán las medidas de fuerzas que se emprendieron en la colonia el mes pasado.
