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Manifestó que, de llevarse a cabo, la obra será otra nueva estafa para el instituto. Gremios piden que se termine esta obra.El Dr. Gregorio Gadea, ex jefe de Planificación del Instituto de Previsión Social, dijo que el complejo de Roque Alonso no se puede "reflotar" debido a fallas técnicas. Manifestó que, de llevarse a cabo, la obra será otra nueva estafa para al IPS.
El presidente del Instituto, Dr. Luis López González, había dicho que el consejo no tiene la intención de vender el complejo, ya que supuestamente se puede reflotar. Manifestó que los funcionarios serían los primeros interesados en comprar los departamentos a largo plazo. No obstante, dijo que el IPS analizará otras inversiones si el complejo Roque Alonso es inviable.
El Dr. Gadea, jubilado del IPS, reveló en la audiencia pública del 24 de mayo que el complejo no se puede terminar por numerosas fallas técnicas y urbanísticas. En todo caso, el costo financiero de la terminación sería tan alto que la gran mayoría de los obreros no podría comprar. El primer defecto es el diseño del sistema de drenaje de aguas servidas. Informó que no se hizo un estudio de topografía del área. El complejo no solo debe tener una planta de tratamiento de los efluentes, sino varias bombas para arrojarlos al río Paraguay.
Gadea informó que la administración del Ing. Pedro Ferreira hizo un estudio en el 2004. En aquel año el costo de la planta de tratamiento era de US$ 5 millones.
Señaló que otro problema del proyecto inconcluso es la instalación del servicio de la Essap. Aclaró que, debido a la falla del diseño arquitectónico, será inviable instalar los caños de agua debajo de la planta de efluentes.
El costo de los departamentos de 56,50 y 60 metros cuadrados, para el IPS, era de G. 60 millones. A esto se deben agregar los costos de ascensores y del tratamiento de aguas servidas, a raíz de lo cual el precio de las viviendas, en el 2004, era de G. 100 millones. El comprador debe pagar el costo de intereses por compra en cuotas y las expensas.
Caos y convivencia
El ex funcionario dijo que tampoco se previó el área de estacionamiento para los habitantes de 3.500 viviendas.
Además, estas viviendas, situadas en varias torres, son tan pequeñas que en la sala están ubicadas el comedor y la lavandería. Tampoco se previó el área para extensión de ropas, lo que significa que las amas de casa deben bajar desde el piso diez para secar ropas en el patio del edificio de departamentos.
Gadea señaló que, si se terminara y habitara los departamentos, los vecinos tendrían problemas de convivencia porque las áreas para cada familia están unos frente a otros. Un ruido molesto del vecino hará que el ambiente sea insoportable para los demás. Apoyó el plan de la Asociación Médica de IPS para no enajenar el complejo de viviendas a fin de construir un nosocomio para descongestionar el hospital del barrio Santo Domingo.
darce@abc.com.py
El presidente del Instituto, Dr. Luis López González, había dicho que el consejo no tiene la intención de vender el complejo, ya que supuestamente se puede reflotar. Manifestó que los funcionarios serían los primeros interesados en comprar los departamentos a largo plazo. No obstante, dijo que el IPS analizará otras inversiones si el complejo Roque Alonso es inviable.
El Dr. Gadea, jubilado del IPS, reveló en la audiencia pública del 24 de mayo que el complejo no se puede terminar por numerosas fallas técnicas y urbanísticas. En todo caso, el costo financiero de la terminación sería tan alto que la gran mayoría de los obreros no podría comprar. El primer defecto es el diseño del sistema de drenaje de aguas servidas. Informó que no se hizo un estudio de topografía del área. El complejo no solo debe tener una planta de tratamiento de los efluentes, sino varias bombas para arrojarlos al río Paraguay.
Gadea informó que la administración del Ing. Pedro Ferreira hizo un estudio en el 2004. En aquel año el costo de la planta de tratamiento era de US$ 5 millones.
Señaló que otro problema del proyecto inconcluso es la instalación del servicio de la Essap. Aclaró que, debido a la falla del diseño arquitectónico, será inviable instalar los caños de agua debajo de la planta de efluentes.
El costo de los departamentos de 56,50 y 60 metros cuadrados, para el IPS, era de G. 60 millones. A esto se deben agregar los costos de ascensores y del tratamiento de aguas servidas, a raíz de lo cual el precio de las viviendas, en el 2004, era de G. 100 millones. El comprador debe pagar el costo de intereses por compra en cuotas y las expensas.
Caos y convivencia
El ex funcionario dijo que tampoco se previó el área de estacionamiento para los habitantes de 3.500 viviendas.
Además, estas viviendas, situadas en varias torres, son tan pequeñas que en la sala están ubicadas el comedor y la lavandería. Tampoco se previó el área para extensión de ropas, lo que significa que las amas de casa deben bajar desde el piso diez para secar ropas en el patio del edificio de departamentos.
Gadea señaló que, si se terminara y habitara los departamentos, los vecinos tendrían problemas de convivencia porque las áreas para cada familia están unos frente a otros. Un ruido molesto del vecino hará que el ambiente sea insoportable para los demás. Apoyó el plan de la Asociación Médica de IPS para no enajenar el complejo de viviendas a fin de construir un nosocomio para descongestionar el hospital del barrio Santo Domingo.
darce@abc.com.py