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También confirmó el casi nulo protagonismo de la central paraguayo/argentina de Yacyretá, paradojalmente el que mayor sacrificio territorial exige al Paraguay, a la hora de satisfacer la demanda de esta valiosa energía del mercado eléctrico nacional.
La subsecretaría, dependiente del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, apunta que en octubre último la usina paraguayo/brasileña proveyó a la ANDE 1.266.235 MWh (1 MWh = 1000 KWh), el 94% del total que consumió el sistema eléctrico nacional en los 31 días de octubre pasado.
La otra gran central binacional: Yacyretá, construida con Argentina, intervino en la atención de las exigencias del sector eléctrico nacional con apenas 15.520 MWh, o sea, el 1% del total demandado.
Si la demanda total del SIN alcanzó en octubre pasado 1.344.310 MWh, cómo hizo la ANDE para cubrir el faltante 5%, o sea, 69.281 MWh. La respuesta es Acaray, la antigua y pequeña central hidroeléctrica paraguaya construida sobre el río Acaray.
Hasta ahora, la ANDE justifica el “relegamiento” de Yacyretá con un hecho coyuntural: su tarifa es más cara. No obstante, técnicos del sector advierten que desde una perspectiva estratégica, esta explicación es insuficiente y hasta peligrosa.