La demanda del mercado nacional aumentó 1.378 MW en once años

La demanda máxima de potencia del Sistema Interconectado Nacional (SIN) aumentó 1.378 MW, 111% aproximadamente, en el lapso comprendido entre el 2004 y el 2014, un ritmo muy superior al que tuvieron la extensión y ampliación de las redes de transmisión y distribución.

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Los datos se desprenden del análisis de la actual situación del sector eléctrico paraguayo que hizo recientemente el Ing. Juan José Encina, secretario de la Asociación de Ingenieros del Sector Eléctrico Paraguayo (Aisep) y expresidente de la Unión de Ingenieros de la ANDE (UIA), en el marco de una charla técnica para estudiantes de la FIUNA.

En 2004 el SIN requirió 1.241 MW (1 MW = 1000 KW), una cantidad equivalente a la potencia de seis hidroeléctricas como Acaray, al 86% de dos unidades de Itaipú y casi nueve unidades de Yacyretá.

Una década después la demanda máxima del sistema paraguayo saltó a 2.619 MW, una potencia equivalente a 13 usinas de la dimensión de Acaray y casi a cuatro grupos de Itaipú.

Solo 42% de la parte paraguaya en Itaipú

No obstante, cabe destacar que, a pesar del extraordinario incremento de la demanda del mercado nacional, el pico de 2.619 MW sigue representando apenas el 42% de la potencia disponible en Itaipú, en 50 Hz, que corresponde a nuestro país y que el 58% restante lo seguimos entregando a Brasil casi a precio de costo.

Según la misma fuente, la demanda máxima del sistema eléctrico paraguayo fue atendida por Itaipú en un 32%, Yacyretá en 21% y por Acaray el resto.

De acuerdo con la misma fuente, el país, incluyendo la potencia disponible en Itaipú, Yacyretá, más la usina de la ANDE, Acaray, cuenta con una potencia disponible de 8.100 MW; puede concluirse entonces que la demanda de referencia recién alcanzó el 37% de ese total.

Crecimiento desigual

El vigoroso ritmo de crecimiento de la demanda de energía eléctrica del mercado doméstico, sospechosamente, no fue acompañado por el índice de crecimiento de la infraestructura de transmisión, transformación y distribución del fluido eléctrico.

Incluso la línea de 500 kV, Itaipú, Villa Hayes, con financiamiento brasileño, decidieron ejecutarla cuando el país alcanzaba ya la frontera del colapso.

La crisis actual, los incendios en las estaciones de Lambaré e San Lorenzo, prueban que la desidia también frenó el crecimiento de las redes de distribución.

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