El microseguro social, en la práctica, funcionaría como un seguro de vida para casos de fallecimiento del titular o de su núcleo familiar, así como por eventos que causen impedimento físico, explicó ayer Adriana Insaurralde, ejecutiva de la Enif, en una conferencia de prensa en el Granados Park.
Detalló igualmente que el plan ya está vigente desde este mes y en principio abarcaría a 13.109 beneficiarios del programa Tekoporã, de los 140.000 que actualmente reciben la referida ayuda estatal. Además, recibirán cobertura unos 2.000 beneficiarios del plan Abrazo.
El microseguro social pretende ser una ayuda para las familias en extrema pobreza que pasen por situaciones trágicas, ya que en la mayoría de las veces no cuentan con recursos para asumir esos gastos y se ven obligados a recurrir a usureros para salvar la situación.
Sobre la cobertura En caso de fallecimiento del titular, la compañía aseguradora estaría indemnizando la suma de G. 6.000.000 a la familia. Adicionalmente, tendrían 4 coberturas de sepelio por G. 2.500.000 cada una, tanto para el titular como para demás integrantes de la familia que esté detallada en la ficha técnica de la SAS.
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La institución que proveerá el servicio de cobertura es la compañía aseguradora Tajy, propiedad cooperativa, que integra la mesa de estrategia de inclusión financiera y es por el momento la única entidad que ha ofrecido el servicio de cobertura del microseguro social.
Insaurralde detalló que el microseguro social permitirá a las familias acercarse a los servicios financieros formales, con posibilidad de acceder a préstamos con tasas de mercado. Los beneficiarios son seleccionados por ambas secretarías (SAS y Niñez) y apunta llegar al 100% de la población vulnerable en el mediano plazo. El costo de unos G. 4.000 por beneficiario lo asumirían las instituciones estatales, pero la intención es que a medida que la educación a las familias se intensifique, ellas puedan asumir ese costo.
Por su parte, el ministro Santiago Peña indicó que la extensión del beneficio del microseguro social dependerá en parte del presupuesto de las instituciones y del compromiso de la gente y las empresas privadas que brindan el servicio.
