A las 6:20, el mensaje de un todavía comedido usuario de la estatal decía: “Buen día. ¿Tienen registro de un fuera de servicio o algo así en Valle Apuá, Lambaré?”.
A las 8:06, el personal de comunicación de la estatal avisaba que había recibido el reporte, obviamente, de las instancias técnicas y que había un alimentador fuera de servicio. “Ya están verificando”, respondió.
A las 8:21, otra persona avisaba que su barrio, Santa Rosa de Lambaré, estaba sin luz y la respuesta, salmodiada casi, fue: “Estamos con el alimentador de la zona fuera. Ya en verificación”.
Casi media hora después, otro mensaje, afortunadamente ajustado a las reglas de urbanidad decía: “Buen día. Fernando de la Mora, ruta Mariscal Estigarribia 454 entre Soldado Ovelar y Primero de Marzo, hace 48 horas están sin luz”. El aviso, sin dudas, provenía de un tercero y no de un vecino de ese lugar, que habrá perdido el equilibrio, con justa razón, en tan solo tres horas.
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A las 10:53, otra queja advertía sobre la situación de Villa Aurelia, en plena capital del país: “Hola, estamos sin luz”.
10:55: “Sin energía en zona de Justicia Electoral”.
10:58: “Sin energía en Fernando de la Mora, zona norte”.
11:15: “Fernando de la Mora, zona sur, Zavalas Cué, sin luz”.
No se pierda el capítulo de hoy de la telenovela “Las penurias cotidianas de los clientes de la ANDE”.