Legisladores cuestionan pretensión de un manejo discrecional en el BNF

El Poder Ejecutivo planteó en 2015 un proyecto de ley para actualizar la carta orgánica del BNF, que data del año 1961. Entre otros argumentos, citó el hecho de que en todos estos años transcurridos, la realidad económica del país ha cambiado y se impone también una transformación del marco legal de la banca nacional, de modo a que esta pueda responder a las necesidades existentes en la actualidad.

En ese punto, todos los actores económicos y políticos que se han pronunciado al respecto desde 2015 a la fecha coinciden en que sería prudente la actualización de la carta orgánica. Sin embargo, al desglosar los artículos del proyecto de ley que busca dicho fin, se encontraron aspectos cuestionados duramente.

Sin control privado

Así, la Federación de la Producción, la Industria y el Comercio (Feprinco), que aglutina a varios gremios empresariales, se pronunció en contra de la pretensión de sacar del directorio del banco a los referentes del sector privado. La normativa vigente del BNF establece que dicho directorio debe estar conformado por representantes (uno por cada entidad) de los Ministerios de Hacienda, de Agricultura y Ganadería, de Industria y Comercio, del Banco Central y, adicionalmente, referentes del sector privado. El artículo 14 del Decreto Ley Nº 281/61 sobre la composición del directorio, habla de que también incluye a un representante de los sectores agrícola, ganadero, industrial, electos en ternas de miembros de asociaciones gremiales competentes. 

Por su parte, la ley sancionada señala que “la dirección y administración del Banco de Fomento estará a cargo de un directorio, cuyos miembros serán designados por el Poder Ejecutivo. El directorio se compone de un presidente y cuatro miembros titulares, designados atendiendo los requerimientos técnicos y las políticas del Poder Ejecutivo”.

El legislativo, ignorado

Desde el Congreso, en tanto, cuestionan que, de aprobarse el cambio de la carta orgánica, no habrá un control del Poder Legislativo, pues este simplemente fue obviado en el proyecto.

El diputado Amado Florentín (PLRA) dijo el fin de semana que se cuestionó en su momento que el Ejecutivo pueda designar y echar a los miembros del directorio, con total discrecionalidad, sin tener en cuenta al Congreso. “Se da absoluta libertad al Ejecutivo de manejar como quiera el BNF”, afirmó.

A su vez, el senador Carlos Amarilla (PLRA) señaló que lo ideal hubiese sido el filtro del Parlamento para la confirmación de los miembros del directorio, como en el caso del BCP, “pero perdimos esa moción”.

En cuanto a excluir a representantes del sector privado, no observa grandes inconvenientes, porque su permanencia en al actualidad, en lugar de ayudar, “dificulta que el Estado propicie una política de apoyo y estímulo universal y más congruente con los planes de desarrollo nacional”.

Argumento para el cambio

“Si bien es cierto que la Carta Orgánica del BNF se ha modificado en varias ocasiones desde su promulgación, dichas modificaciones no permitieron que la institución responda a los cambios de la estructura económica y financiera del país. En la última década hemos observado un incremento significativo del volumen de créditos en relación al PIB (pasando de un ratio de aproximadamente 17% a cerca del 45%), lo que es un buen indicador de la profundización financiera. Por estas razones, es fundamental que la Banca Pública tenga la capacidad técnica y legal para enfrentar los desafíos que impone el mercado y, a su vez, le permita avanzar con el cumplimiento de su rol social”, dice parte del argumento del Ejecutivo.