LOS LECTORES OPINAN

Paraguayos

Hay dos clases de paraguayos. Por un lado, una minoría de siniestros traidores a la Patria, de diferentes colores políticos, quienes desde hace décadas trepan a los más altos cargos de los Gobiernos Central, Departamental y Municipal, utilizando inconstitucionales listas electorales, mediante las cuales los peores ciudadanos se convierten en las principales autoridades del país, y con escasas excepciones se dedican a robar impunemente las arcas del Estado.

Y por otro lado, está la gran mayoría del pueblo conformada por millones de personas, quienes permitimos que esas autoridades, falsamente electas por el pueblo, nos roben gobierno tras gobierno, sin que hagamos lo necesario para impedirlo.

La coexistencia de este doble problema es el motivo por el cual un país rico como Paraguay, donde no debería haber pobres, tiene 40% de paraguayos en la miseria.

Y si bien es cierto que de los dos problemas citados, lo más grave es la actitud genocida de los políticos de turno, quienes al robar los recursos del Estado, lo que hacen es privarle al pueblo de sus elementales derechos a la salud, educación, seguridad, etc, con lo cual el resultado es que millones de paraguayos tienen una vida infrahumana y otros tantos millones mueren por causas evitables, sin embargo este problema no es el más difícil de solucionar, sino que lo más difícil es que el pueblo despierte realmente y produzca el verdadero cambio.

Algunos dirán que el pueblo ya está despierto, lo cual yo creo es un despertar emocional, pero no mental, y por razones de espacio, doy un solo ejemplo entre varios otros: ¿Por qué ningún gremio docente, médico, obrero, etc., además de reclamar sus derechos, no exigió también el inmediato cambio del sistema electoral vigente por otro que esté ajustado a la Constitución Nacional, para que el pueblo pueda elegir a los mejores candidatos? Además, todo el país debería apoyar la iniciativa de “Fuera listas sábana”.

La respuesta, es que el común de la ciudadanía carece de conocimientos cívicos. Por ese motivo, tres días antes de asumir Cartes, le peticioné que sea prioritaria en la política de Estado la educación en valores cívico-morales del Pueblo. Pero por lo visto Cartes, igual que los presidentes anteriores, prefiere un pueblo ignorante de sus derechos.

Por todo ello, afirmo: En el Paraguay habrá un enorme cambio... el día en que el pueblo, además de cumplir con sus obligaciones morales y legales, aprenda a defender sus derechos constitucionales. Y ese día puede ser mañana mismo, si desde hoy leemos la Constitución paraguaya y exigimos a los gobernantes ajustarse a ella. Y ese será el día en que el pueblo haga respetar sus derechos de pueblo soberano y deje de ser un pueblo esclavo del poder corrupto.

Elena Torres Báez

Tren presupuestario

Cuando pasa el tren del presupuesto cada año, cada institución, sindicatos, gremios grupos, se lanzan con todo para entrar en esos vagones llenos de monedas fáciles. Causa un estruendo su paso, la disciplina cartista se desploma, y la anarquía presupuestaria está en marcha, cada uno trata de sacar ventajas, la Policía Nacional, a pesar de su inoperancia pide a gritos, el Ministerio de Defensa, no se olviden del Vice porque la conspiración está de moda.

Todos quieren dar más dinero del Estado, es la única forma de tener más cargos, la ineficacia va a seguir y la ineficiencia es predecible. Pero se olvidan de poner recursos a disposición de los que realmente producen en este país que es el sector privado, sobre todo las pequeñas empresas, los productores agrícolas, los microindustriales, que son los verdaderos héroes en esta historia.

Quieren solucionar el problema de empleo, la violencia en las calles, pues inviertan en los proyectos de la gente, de las mujeres, de los jóvenes, de las ciudades y del campo, verán resultados a corto plazo.

Pero con estos administradores y parlamentarios no existe la mínima posibilidad de hacer una estrategia de desarrollo que realmente pueda tener impacto en la economía del país, para incorporar en el bolsillo de los que trabajan fondos para financiar sus proyectos, aquí no estamos hablando de subsidios, sino de créditos por lo menos con intereses bajos, para dinamizar un sector que se está muriendo por la desvalorización de las monedas de los vecinos, que el Gobierno nacional no tiene ninguna política a corto plazo, ni a largo plazo para gestionar.

No estamos tomado en serio cosas pequeñas, pero importantes, como la integración, la productividad en general, la recuperación del suelo, la reconversión industrial, que nos puede sumir en una grave crisis, estamos ante un gran reto: debemos tomar en serio el Mercosur.

Uno de los elementos intangibles más importantes que necesitamos para desarrollarnos es la motivación y líderes para ello.

¿De qué sirven esos pomposos presupuestos que solo alimentan? Son una bolsa sin fondo, inviertan en los seres humanos que quieren trabajar, vivir dignamente, y paren tanta injusticia en este país.

Luis A. Traversi