“Se trata de tareas de mantenimiento sobre las juntas (de dilatación) del viaducto”, explicó Antona ayer. Consultado si estos trabajos tienen un precio adicional, el profesional respondió que no. “Son observaciones (que hace el MOPC a la contratista), tareas que se realizan durante el periodo posterior a la construcción”, señaló. Las labores se llevan a cabo en un solo carril y, según se observó ayer, hay restos de cemento al lado de las juntas (espacio entre ambos bloques que se deja debido a la dilatación de la estructura).
Este proyecto debía haber terminado en mayo pasado, pero debido a problemas que hubo con dueños de terrenos a ser expropiados, se amplió el plazo hasta diciembre próximo. Está a cargo del Consorcio D-R (CDD Construcciones/Benito Roggio & Hijos, representado por César Delgado).
Según los datos, desde hace varios meses la obra está abandonada, sin que se haya concluido el asfaltado, señalización e iluminación. Los vecinos y automovilistas se quejan diariamente de los inconvenientes que se generan en la zona, a causa de los trabajos no terminados. En cuanto al sistema de iluminación en el tramo, el MOPC estima pagar G. 13.000 millones (US$ 2,35 millones al cambio actual) adicionales, según se lee en el portal de Contrataciones Públicas.
A estas alturas, la obra ya tiene un precio global de unos G. 220.000 millones (casi US$ 40 millones), incluido un reajuste de 20%, el máximo permitido por ley.
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