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La ministra de Hacienda, Lea Giménez, ignoró olímpicamente el artículo 384 de la Ley 2422 (Código Aduanero) al referir que no ve la “necesidad” de que Aduanas vuelva a depender de su cartera.
El artículo 384 del Código Aduanero expresamente establece que “la Dirección Nacional de Aduanas es un órgano del Estado de carácter autónomo, dependiente de la máxima autoridad del Ministerio de Hacienda, encargado de aplicar las disposiciones legales correspondientes”. Sin embargo, para la ministra, antes que evaluar si Aduanas debe volver o no a depender de su cartera, es mejor mirar que “en las instituciones se está dando un proceso de modernización, de sistematización que va a permitir más transparencia, inmediatez de información (...) y ellos están en ese proceso”, argumentó días pasados.
Giménez alegó que Hacienda, como cabeza del equipo económico, fiscaliza de alguna forma al menos la meta de recaudaciones aduaneras. “Pero si vemos que algo raro pasa, algo específico, podría darse la posibilidad de que Aduanas vuelva bajo el mando directo del ministerio, como fue en su origen”, agregó.
Mientras Lea Giménez no ve “nada raro” en Aduanas funcionarios de la institución ubicados en puestos clave de recaudación se especializaron como “magos” de las finanzas que amasaron fortuna con modestos salarios.
Esta claque de privilegiados, protegidos por el director Nelson Valiente, muchos de ellos fervientes operadores del presidenciable Santiago Peña, se reportan directamente con Juan Carlos López Moreira, jefe de Gabinete de Cartes.
De hecho, ahora los “magos” de las finanzas están “trabajando” en un plan de “mejorar” las recaudaciones junto con López Moreira, cuando es el Ministerio de Hacienda el responsable de las políticas de recaudación.
Seguro que el “plan” de los “magos” será más que eficiente considerando la fortuna que cosecharon con modestos salarios.