Mediante la descarga del líquido y/o su extracción del subsuelo los funcionarios gubernamentales pretenden mitigar las graves consecuencias de la ausencia del Pilcomayo en suelo nacional. La población y fauna que dependen de las aguas del río para su subsistencia (comunidades de personas, gran cantidad de yacarés, carpinchos y otros animales silvestres) están en estos momentos padeciendo los rigores del fracaso del trabajo que debía concretar la mencionada comisión.
Ayer los trabajadores del Estado descargaron el agua de sus camiones en dos tajamares y se prevé que aumente el suministro en el transcurso de los próximos días, según se informó.
Las aguas del mencionado río se escurren hacia suelo argentino, favorecidos por el leve desnivel natural y que realizaron la canalización correspondiente.
