MOPC se equivocó de aquí a la luna en censo de frentistas “vulnerables”

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En el 2017, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) hizo un estudio, que hasta hoy está en su página web como válido, sobre el impacto de las obras del tramo 3.2 en comercios “frentistas” de la ruta Mcal. Estigarribia. El error de cálculo ha resultado gravísimo.

Ahora que los frentistas del microcentro afectados por el tramo 1.1 del metrobús (Eduardo Víctor Haedo-Luis A. de Herrera-Pettirossi) comienzan también a elevar su voz para reclamar mayor razonabilidad al MOPC, principalmente porque el ministerio quiere meter carriles de ida y vuelta en una vía muy angosta y dejar sin acceso hasta a los mismos moradores y comerciantes, no hay más que mirar lo que está sucediendo en el tramo 3.2 (San Lorenzo-Fernando de la Mora) para concluir que el temor de los mismos está plenamente justificado.

Este último referido tramo, de dos kilómetros aproximadamente, corre sobre la ruta Mcal. Estigarribia, entre las calles Zavala Cue y Pastora Céspedes, y según un estudio presentado a finales de mayo de 2017 iba a afectar de forma temporal o permanente a 149 comercios, entre los cuales identificó como “vulnerables” a 16 negocios (apenas 10,7%).

Hoy, la realidad ha demostrado que el ministerio ha actuado con base a unas mediciones totalmente erróneas, “se equivocaron en su planificación”, dijo ayer a nuestro diario Édgar Gill, presidente de la Asociación de Propietarios, Comerciantes, Trabajadores, Usuarios y Afines (APCTUA), una organización que aglutina a frentistas de la Ruta 2 y la avenida Eusebio Ayala.

Según la fuente, en el tramo 3.2 ya se cerraron hasta ahora un total de 82 comercios, y entre Zavala Cue y Calle Última (tramo 3.1) otros diez más, suprimiendo globalmente unos 495 puestos de trabajo, sin que el MOPC o la empresa contratista, la portuguesa Monta Engil hicieran absolutamente nada para tratar de paliar esta lamentable situación.

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Le recordamos a Gill que en el denominado “Plan específico de Reasentamiento Subtramo 3.2” del MOPC se habla, incluso, de un plan para proveer de “estacionamiento alternativo” para los afectados. Respondió que no se está cumpliendo nada de lo que dijeron ni en los papeles ni en las reuniones.

“Y eso que les habíamos advertido con nuestros propio estudio sobre lo que podría ocurrir, y tiraron nuestro estudio a la basura, y ahora la realidad ya está demostrando que teníamos razón en cuanto al impacto socioeconómico del proyecto metrobús”, resaltó Gill.

“Programa de apoyo”

Como muestra de que el estudio del MOPC ha sido un mero enunciado burocrático, habla por ejemplo de un “programa de apoyo a comercios vulnerables” con medidas a ser implementadas para “propietario, inquilino y/o trabajador de comercio frentista”. Muchos comercios ya cerraron y mucha gente ya perdió su empleo, pero ni la visita recibieron de parte de las autoridades responsables, según la fuente.

El programa de apoyo excluye a las “grandes empresas” o “inmuebles viviendas”, porque “probablemente no tendrán impactos, salvo ruido, polvo y otros similares propios de la obra. En consecuencia, no requerirán de medidas de mitigación”, se alega, aunque admite que necesitarán que se les asegure “acceso permanente”, que tampoco ha ocurrido.

jobenitez@abc.com.py