No solo “premios”, también subas salariales suculentas en Petropar

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En Petropar además de autopremiarse por casi G. 2.000 millones a finales de 2015, los empleados se adjudicaron fuertes subas salariales, especialmente en el círculo del titular del ente, Rómulo Campos. Si se compara con sueldos del gobierno anterior, durante la gestión del liberal Sergio Escobar, el salario de la presidencia trepó 26%, de G. 26 millones a G. 36 millones, y de la gerencia general de G. 14 a 25 millones, 44%.

El “nuevo rumbo” está mejorando el nivel de vida de numerosos funcionarios de la empresa estatal Petropar a costa de la ciudadanía, que sigue observando estupefacta cómo despilfarran los fondos públicos.

Entre las muchas razones por las cuales esta compañía no baja los precios finales de los combustibles, a pesar de que el petróleo tocó su piso histórico de 12 años, se encuentran los casi G. 2.000 millones que se distribuyeron como “premio” entre todos los funcionarios, a finales del año pasado, alcanzando el 100% del salario a los del círculo del presidente de la entidad, Rómulo Alfredo Campos Krauer, y entre 40% y 50% para el resto. Incluso, hubo notas sindicales por esta discriminación.

Y por si fuera poco este derroche, también se autoasignaron fuertes aumentos salariales, como fue el caso del mismo Campos Krauer, que se autoincrementó de G. 34.000.000 a G. 36.013.999 mensuales, o del director jurídico Sebastián Irún, a quien le vino bien este “nuevo rumbo” de la mano de su amigo el procurador general de la República Roberto Moreno Rodríguez. Irún aumentó su ingreso salarial de G. 15.240.681 a G. 20.208.163, una variación a costa de la ciudadanía de G. 4.967.482.

Otros integrantes del primer anillo del titular de la petrolera y excompañero suyo en Shell, la gerente general Catherine Vargas, se autoaumentó de G. 20.208.163 a G. 25.838.759, una modificación de G. 5.630.596, o el gerente de la planta de Villa Elisa, también amigo y excompañero de Campos Krauer en Shell, Víctor González, que obtuvo otro suculento incremento, ya que pasó de ganar 15.000.000 de guaraníes a 22.574.872, una variación de G. 7.574.872, al igual que Daniel Rossi, también otro próximo a Rómulo, quien funge de asesor, y cuyo salario trepó de G. 15.000.000 a G. 18.000.0000

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Igualmente se beneficiaron ampliamente en este gobierno, conocidos nombres de la cuestionada administración liberal anterior de Sergio Escobar Amarilla, como el caso de Vanesa Iribas, hija de la exabogada del entonces titular de la petrolera estatal, quien rápidamente se acomodó al “rumbo”, de la mano de Carlos Cañete, un oscuro personaje en Petropar, cuya función se desconoce, ya que no percibiría ningún salario, pero tiene más atribuciones que las propias autoridades del ente.

Cuando Cañete arribó a Petropar, meses antes de que asumiera Horacio Cartes, la Primera Magistratura, dijo que era su enviado y que transparentaría la entidad, lo que hasta el momento no ocurrió.

Vanesa Iribas tuvo un importante aumento salarial, ya que de percibir G. 7.130.128 pasó a G. 11.307.941, variación de G. 4.177.813.

Más “secretarias de oro”

Otro caso más que llamativo es el de Cecilia Benzo, que de ser auxiliar y tener un sueldo de G. 3.879.381, pasó a percibir 17.054.734 guaraníes, un ascenso meteórico e inexplicable para el cargo de secretaria general que ocupa. Benzo tuvo un gran aumento de G. 13.175.353.

Los sindicalistas, como siempre, también están en la repartija, como fue el caso de Alberto Cañete, quien funge de presidente de la Coordinadora Colorada de Petropar, un funcionario de escasa formación académica pero cuyo sueldo trepó de G. 7.787.183 a G. 9.718.322, así como el de otro sindicalista de similares características del anterior, Gustavo Arámbulo, que de G. 10.730.432 aumentó sus ingresos a G. 12.587.473.