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La información fue suministrada por Martín Goerling, director argentino de la EBY, según se lee en el El Cronista del vecino país.
Goerling añadía que espera que el contrato de obras civiles “pueda adjudicarse a fines de año y comenzar en 2019 para concluir cuatro años después”.
El estilo que adoptó para referirse al futuro del proyecto de nueva central hidroeléctrica de la EBY refleja tal vez la severa crisis económica y financiera que atraviesa su país, así como el fuerte debate que desató en nuestro país esta decisión de la EBY, al margen del Tratado y por ende sus leyes de aprobación.
Apuntemos que por ese motivo la Cámara de Senadores aprobó ayer interpelar al ministro de Relaciones Exteriores de nuestro país, Eladio Loizaga.
De las publicaciones argentinas se infiere que ambos contratos, toda vez que la licitación continúe, serían ganados por la firma Industrias Metalúrgicas Pescarmona SA (IMPSA), cuyas acciones, en un alto porcentaje, se encuentran hoy en manos de sus acreedores, así como por el poderoso grupo chino Gezhouba. “IMPSA y Gezhouba pelean por la segunda licitación de Yacyretá”, titulaba El Cronista su material informativo relacionado a la licitación N° 669, de equipamiento de la nueva central del Aña Cua.
Recordemos que en el primer caso ocho consorcios presentaron sus documentos a la EBY y tres en la otra.
Todo indica, que las firmas paraguayas, pese a que la obra está en pleno territorio paraguayo, se conformarán una vez más con el papel de subconstratistas.