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La nueva central, que ubicarán sobre la isla Yasyretá, cerca del vertedero de la actual represa localizado sobre el brazo Aña Cua del río Paraná, contará con tres unidades, que en conjunto sumará una potencia de 270 MW, para una generación anual de 1700 MWh, cerca del 8% de la actual potencia y generación.
Los grupos de empresas que presentaron sus ofertas son: China International Water & Electric Corps y otros; Salini Impregilo-José Chediack Salca-Itasa (paraguaya); Supercemento SAIC- CMC Di Ravenna; Techint Compañía Técnica Internacional SACI-Benito Roggio e Hijos SA-Panedile Argentine SAIC-Benito Roggio e Hijos SA (Paraguay); José Cartellone Construcciones Civiles-Malucelli Constructora de Obras SA-Talavera y Ortellado SA (paraguaya); Sociedad Argentina de Construcción y Desarrollo Estratégico SA- PowerChina Limited- CDD Construcciones SA (paraguaya); Astali-Rovella Tecnoedil (paraguaya) y finalmente el consorcio integrado por las empresas B&B Sociedad Anónima-China Hezhouba Group Company Limited-Barrail Hermanos Sociedad Anónima de Construcciones (paraguaya).
Las ofertas económicas permanecen en resguardo hasta que finalice el estudio de las ofertas técnicas, cuyo plazo es de 180 días.
Todos los grupos que se presentaron acompañaron una póliza de mantenimiento de oferta de US$ 2.500.000, según consta en el acta.
“...En 1999 fueron realizados los estudios de un proyecto para utilizar el caudal (ecológico) del brazo Aña Cua de entre 1.000 y 1.500 m³/s, con un salto hidráulico de 20 metros en la generación de energía adicional a la de la central principal. La potencia instalada de la nueva central será de 276 MW”, relata el informe oficial que distribuyeron en la víspera.
La central se construirá en seco, puesto que utilizará la presa Isla Yasyretá como ataguía de aguas arriba y requerirá una ataguía de materiales sueltos para proteger el recinto de restitución del vertedero Aña Cua en caso de crecidas extraordinarias, explican.
El costo del proyecto ronda los US$ 600 millones y el plazo de ejecución es de 46 meses. Este primer llamado es solo de las obras civiles. Las ofertes para el equipamiento recibirán en mayo próximo.
La nueva central no figura entre las obras que describe el Anexo B del Tratado de Yacyretá, aprobado por ley, razón por la cual la opinión generalizada en el sector energía de nuestro país es que debe ser aprobado por el Poder Legislativo.