Chipa asador, la cita semanal
Detrás de cada papá hay siempre una historia. Eso bien lo sabe Óscar Gaona (39), oriundo de Itá, quien vivió mucho tiempo fuera del país y a su retorno le resultó más que difícil hallar un empleo fijo. Aunque invirtió en un negocio en la frontera, este no prosperó y se quedó sin dinero.
“Llevé mi currículum de aquí para allá y no tuve respuesta. Aquí (en el país) se torna muy duro conseguir trabajo si uno tiene más de 35 años de edad”, expresa. Esa experiencia le sirvió para ver otras alternativas laborales, entre ellas, la posibilidad de preparar y comercializar el chipa tipo kavure (chipa asador).
Óscar tiene tres hijos y, según manifiesta, compaginar la labor de padre y trabajador no es tan fácil como muchos indican, más aun si uno se encuentra fuera del país y no logra ver crecer a sus hijos o si es que en la familia uno de los hijos tiene problemas de salud.
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Indica que estar sin trabajo estable representa una gran prueba en la familia. “Cuando hay un problema económico hasta tus propios allegados te dicen que no vas a levantarte. Volver a empezar cuesta, pero todo se puede por los hijos. Emprender tiene sus retos y sacrificios”, alega.
Según relata, con G. 50.000 de capital y con la ayuda de una vecina que le orientó en la preparación de la masa, se lanzó a esta aventura, que hoy es su principal fuente de ingresos. Su punto de venta se tornó en una parada obligatoria en la Costanera de Asunción, donde cada fin de semana atiende a sus seguidores.