El material de referencia consigna que el período de producción observado de la “obras del Siglo XX”, arrancó el 5 de mayo de 1984 y finalizó ayer, a las 22,30, hora brasileña.
Si la producción total de Itaipú en 34 años y seis meses fue de 2.600 millones de MWh, cantidad con la que podría “iluminarse el planeta durante 42 días”, tal como lo consigna el material en cuestión, al Sistema Interconectado Nacional que administra la Administración Nacional de Electricidad (ANDE) le tocó apenas 182 millones de MWh, en tanto que al Brasil 2.418 millones de MWh.
El Art. XIII del Tratado establece que “la energía producida por el aprovechamiento hidroeléctrico ...será dividida en partes iguales entre los dos países...”.
En otras palabras, si en 34 años y seis meses la central binacional generó 2.600 millones de MWh, 1.300 millones pertenecen a nuestro país y 1.300 millones al Brasil.
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El 86% de la energía paraguaya fue cedida
No obstante, si en ese prolongado período, la ANDE utilizó 182 millones de MWh, en promedio, o sea 14% de la energía paraguaya en Itaipú, debió “ceder” a nuestros socios el abrumador 86% faltante o sea 1.118 millones de MWh.
En el Art. XIII del Tratado se reconoce también “a cada uno de ellos”, en rigor exclusivamente al Brasil, “el derecho de adquisición... de la energía que no sea utilizada por el otro”.
Adquirir, en definitiva, es sinónimo de comprar, pero en el Tratado, esta operación que debió ser simplemente comercial, se convirtió en una “cesión” del derecho de uso de la energía de Itaipú - no del Paraguay, según algunos exégetas del documento bilateral, inclusive paraguayos -, que debía ser compensada por el beneficiario, un concepto igualmente modificado por la singular interpretación de los administradores de turno de la entidad binacional.
En la praxis itaipuana, compensar ya no significa canjear un objeto por otro del mismo valor. Esa es la razón por la cual nuestro país, en nombre de la compensación, recibió una suma inclusive extraña a los valores y razones de mercado (Anexo C. III. 8), que incluso hoy - desde el 2011-, inclusive con los “ajustes” logrados en 2009, no alcanza los US$/10/MWh, tal vez porque la compensación ya no era por la energía cedida, pese a lo acordado en el Acta de Foz de 1966, documento mencionado en el tercer párrafo del Considerando del Tratado, sino por la cesión “del derecho de uso de la energía de Itaipú”.
Este es uno de los graves problemas que deberá enfrentar el país en el 2023.
El material informativo de la margen brasileña de Itaipú destaca igualmente que el martes último, la central producía en el mes 8.081.682 MWh, y que lograrían “el mejor noviembre del histórico, superando el de 2017”.