La tasa de participación femenina en el mercado laboral se incrementó desde 48,5% en 1997 al 57,1% en 2016. Aunque este índice está por encima del de otros países de América Latina, todavía es inferior en 27,1 puntos porcentuales a la tasa de participación laboral de los varones, por lo que aún queda un gran desafío para encaminar políticas que aceleren el equilibrio, indicó el economista senior del Banco Mundial (BM), Matteo Morgandi, durante una charla realizada ayer sobre el costo de la desigualdad, en el Carmelitas Center de Asunción.
Según detalló el experto, la brecha es aún más pronunciada en las empresas de mayor porte, que en promedio conservan solo un 20% de participación femenina en su plantel. Además, hay una importante brecha de género entre empleadores. Solo el 3% de las mujeres son empleadoras, comparado con el 6,2% de los hombres.
La senadora Esperanza Martínez (FG), quien también integró este foro, cuestionó la discriminación hacia las mujeres en la contratación de personal. Esto sucede todavía en algunas empresas, principalmente para no cumplir con leyes vinculadas a políticas de cuidado, como de lactancia materna o de guarderías. La legisladora instó a los empresarios a tratar esta situación, ya que es letra muerta en la actualidad y muy pocas son las compañías que cumplen con lo establecido al respecto.
Por su parte, Patricia Dos Santos, de la consultora Jobs, reconoció que sí hay ciertos avances en el mercado laboral en cuanto a la demanda de las compañías por las cualidades de las mujeres para el gerenciamiento. Se nota este cambio, aunque aún hay mucho por avanzar en este campo, indicó.
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Por su parte, la economista Verónica Serafini cuestionó las diferencias que hay en materia de género en las remuneraciones por las mismas responsabilidades.
A su criterio, esa brecha debe ser abordada desde tres ejes fundamentales: el primero, relacionado con la educación desde las bases; revisión y aplicación adecuada de las políticas de cuidado; y mejora de la productividad. En torno a ese tema, el BM resalta que ser mujer en Paraguay significa nacer con restricciones sociales y económicas, a pesar de importantes avances en las últimas dos décadas. Agregan que la desigualdad laboral representa un costo y una pérdida para la economía en su conjunto.
Mujeres ganan 20% menos que hombres
En todo el mundo, hoy en día las mujeres ganan en promedio un 20% menos que los hombres, solamente por razón de género, similar a lo que ocurre también en el Paraguay. Es así que la economía mundial está perdiendo alrededor de 160 billones de dólares en riqueza debido a la desigualdad de género en el acceso al crédito, a derechos de propiedad y a diferencias entre los ingresos de las mujeres con los hombres, de acuerdo con un análisis realizado por el Banco Mundial.
