El directivo de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), Héctor Cristaldo, presentó ayer, en conferencia de prensa a pequeños productores que migraron del cultivo del algodón a la soja logrando buenos resultados. “Podemos trabajar juntos, pequeños, medianos y grandes, en un marco de respeto mutuo y en un marco de cooperación mutua, donde uno pone su parte, los más grandes y medianos el conocimiento y la tecnología, y los pequeños, que a veces no tienen máquina, alquilan”, dijo.
Indicó que de las 2.300.000 hectáreas de cultivo de soja, 770.000 están a cargo de pequeños productores. Solo en Caaguazú, de alrededor de 400.000 hectáreas de siembra de soja, unas 90.000 son de pequeños productores.
“Hay un discurso que sataniza el cultivo. Se dice que solo es para grandes, no es para el pequeño productor, y la realidad en el campo está mostrando otra cosa. Hay gente que se quedó congelada en el tiempo con su discurso”, expresó Cristaldo.
Pantaleón Brítez Saucedo, pequeño productor del asentamiento Mil Palos, de Nueva Toledo, Caaguazú, comentó que tiene 10 hectáreas y cultiva soja en 6,5. Indicó que de la soja se alimentan el chancho, la gallina y la venta del grano le reporta 60% de ganancia. “En una hectárea se cosechan 3.500 kilos de soja, lo que ya deja ganancia en cuatro meses”, expresó.
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Avelino Vallejos, de Tercera Línea Tekojoja, Vaquería (Caaguazú), dijo que del algodón se mudó a la soja y logró avances. De 15 hectáreas de tierra que tiene, cultivó soja en seis y aumentará en la próxima zafra. Antes tenía un solo vacuno y ahora tiene 14 vacas, algunas son lecheras, y hacen queso, ingresando unos G. 500.000 a la semana.
Abel Almirón, gerente de la Asociación Calle San Pedro 2 Mbocaja’i, Vaquería. Este gremio nuclea a 87 socios, cultivan de todo, por ejemplo soja. “Fuimos perjudicados por las heladas, no pedimos condonación, sino apoyo en insumos para seguir cultivando”, apuntó.
