De acuerdo al análisis, desde 2009 hasta 2013, el uso promedio de la energía “superior a la garantizada” por parte de la ANDE fue del 20% de la energía total entregada por Itaipú a nuestro país. Sin embargo, en el año 2014 (a un año de la asunción al mando del entonces presidente Horacio Cartes) ya se redujo a apenas 13% y, a partir de ahí, el uso del excedente cayó en picada hasta llegar solamente al 3%, luego alcanzó el punto de que entre los años 2015 y 2016 no se utilizaron los excedentes y todo el consumo debía estar cubierto por la energía asociada a la potencia contratada, mucho más cara que el excedente.
Graves pérdidas
Los datos indican que en esos años se produjo en la ANDE rentabilidad negativa durante dos años seguidos (déficit en el balance), pues los ingresos por la venta de energía fueron inferiores al gasto de explotación en más de G. 220.000 millones, a pesar de que en años anteriores, el resultado fue siempre positivo en torno a los G. 240.000 millones. Es decir, en los años 2015 y 2016 se tuvo una pérdida cercana a G. 460.000 millones (US$ 76 millones por año, al cambio actual). Estos datos desmienten la posición de los técnicos brasileños de Eletrobras, que argumentan que Paraguay ya recibió “demasiados beneficios” con el acceso a la “energía superior a la garantizada”, y que debe comenzar a contratar la más onerosa.
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Por otra parte, el análisis del ingeniero Encina sobre los datos recabados de la Memoria y Balance del ente estatal paraguayo indica asimismo que ya hacia la última etapa del gobierno de Horacio Cartes, es decir, entre los años 2017 y 2018, nuevamente la ANDE utilizó los excedentes en forma creciente. Esta modalidad de contratación de energía llegó incluso a representar el 25% de toda la energía retirada por ANDE de la binacional paraguayo brasileña.