Luego de participar en la habilitación de la nueva subestación Fernando de la Mora 66/23 kV y la línea de transmisión subterránea en 66 kV que unirá esta planta con la estación San Lorenzo, al presidente Horacio Cartes se le escapó una expresión de deseos: que con esas obras los apagones queden en el pasado.
Sin embargo, el titular de la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), Ing. Víctor Romero Solís, aclaró que, si bien ayudarán a mejorar el servicio, “obviamente, lo de garantizar (que ya no habrá cortes) es una cosa que nadie puede decir, porque nuestras redes están expuestas a diferentes tipos de situaciones”
“De repente, accidentes de terceros contra nuestras redes producen fuera de servicio; entonces, nadie puede decir ‘estamos garantizando que no va a haber inconvenientes’. Pueden existir inconvenientes, por razones ajenas a la ANDE”, reiteró Romero. El alto funcionario descartó que puedan existir sobrecargas en el sistema. “De hecho, aquí (en la nueva subestación) tenemos tres transformadores de 30 MVA, con una potencia total de 90 MVA, y hoy en día la demanda aquí, de la zona de esta subestación, no alcanza ni 10 MVA, por lo que podemos decir que tenemos abundante potencia disponible en este lugar para atender la zona”, apuntó. Las obras inauguradas ayer demandaron una inversión total de US$ 14.081.810 y forman parte de los proyectos financiados con la primera emisión de bonos soberanos con el objetivo de dotar de un importante refuerzo en transmisión y distribución al Sistema Metropolitano.
La ANDE había recibido 200 millones de dólares de la primera emisión y 100 millones de dólares de la segunda emisión. La línea de 66 kV es 100% subterránea, mientras que la de 23.000 voltios tiene un tramo subterráneo y el resto son líneas aéreas con cables protegidos, que es la tecnología utilizada para la distribución.
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Venta de energía a Copel
El presidente de la ANDE también fue abordado sobre las tratativas para la venta de electricidad de Acaray a la Compañía Paranaense de Energía (Copel), del Brasil. Al respecto, informó que están haciendo estudios para ver su factibilidad y añadió que aún hay muchas cosas que analizar.
En cuanto a la inversión prevista para la operación, explicó que debe adecuarse un convertidor de frecuencia que anteriormente estaba en funcionamiento y hoy ya está obsoleto. “Se necesita invertir para poder convertir la frecuencia de 50 a 60 hertz”, dijo. Acerca del monto que se requiere, señaló que dependerá de la potencia que se quiera instalar; si es un convertidor de 50, de 100 o de 200 megavatios.