La directora de Gestión Empresarial (RR.HH.), Norma Caballero de Romero, envió una misiva a nuestro diario, señalando que lo hacía por instrucciones del titular del ente, Eddie Jara, sobre la publicación relacionada a la violación de la Ley de Transparencia (Nº 5189/14) por parte de Petropar. “Luego de la publicación del día de la fecha, hemos constatado que efectivamente los conceptos correspondientes a bonificaciones y gratificaciones no se encuentran discriminados en nuestra página web. Por lo tanto, ya hemos tomado las medidas necesarias para subsanar esta situación en la brevedad posible. Desde ya, gracias por señalarnos este inconveniente”, refiere.
Respecto al hecho de que la última planilla subida por la estatal a la página web es la correspondiente a octubre de 2016, añade que de acuerdo a los instructivos de la Secretaría de la Función Pública, se establece que las entidades tienen plazo para subir las planillas correspondientes hasta el décimo quinto día hábil del mes siguiente. Acotó que estarían actualizando dicha planilla este jueves 22 y añade que los datos que alzan a la web no son falsos. Sin embargo, y por otro lado, vimos que la mayoría de las entidades públicas ya alzaron sus planillas de sueldos semanas atrás, atendiendo a que justamente el espíritu de la citada ley busca justamente que la opinión pública acceda y analice sobre cuánto se paga a los servidores públicos.
Lo que dice la ley
El Art. 3 sobre la información publicada deberá contener: inc. c) Nómina completa de los funcionarios permanentes, contratados y de elección popular, incluyendo número de Cédula de Identidad, año de ingreso, salarios, dieta o sueldos que corresponden a cada cargo, gastos de representación, bonificaciones discriminadas por cada uno de los conceptos establecidos por las normas respectivas, premios y gratificaciones especiales.
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Petropar, contrariamente a lo señalado por la ley, engloba en un solo ítem bonificaciones y gratificaciones, informando sobre un ingreso general, con lo que está ocultando sobre los montos exactos percibidos a grado académico, antigüedad y peligrosidad, de ahí las artimañas para inflar y falsear sueldos.