Pobladores instalados en la ribera del Pilcomayo no ocultan su temor ante un nuevo fracaso en recuperar las aguas del río.
Pero mucho más les preocupa la falta de continuidad del canal artificial paraguayo: el conducto tiene 50 kilómetros de largo y faltan 25 kilómetros para que pueda empalmar con la cañada La Madrid.
Esos 25 kilómetros que no están unidos puede significar un verdadero desastre cuando se inicie el período de crecida del Pilcomayo.
Las aguas no tendrán un cauce que lo pueda conducir y terminarán siguiendo los puntos con cierto desnivel.
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Nirma Servín, titular de la recién formada Comisión de Pobladores del Pilcomayo, explicó que “las aguas van a salir por cualquier lado y pueden causar estragos en las comunidades que están a lo largo de la cañada La Madrid”.
Agregó que “a nosotros nos preocupa el hecho de que no tenemos certeza de cuáles serán los cauces que utilizará el río. No se completó la tarea de unir el canal artificial con la cañada La Madrid”.
Mencionó que “para los pobladores es un grave problema no saber por dónde irá el río. No tenemos forma de prepararnos si viene una inundación. Esto significa casas destruidas y nuestros animales muertos”.
Temen ahora un nuevo fracaso
Los pobladores de la región recomiendan al Ministerio de Obras Públicas y a la Comisión Nacional del Pilcomayo que no abran este año la embocadura del canal.
Nicolás Moreno, presidente de la Comisión Vecinal de El Solitario, dijo: “Es mejor que siga cerrada la embocadura y que el ministerio se concentre en limpiar todo el cauce de La Madrid. Existen lugares que están colmatados y que tienen que ser objeto de limpieza”.
En igual sentido se expreso Nirma Servín: “En el año 2001 se trabajó duro en limpiar todo el cauce de La Madrid. El Ing. Carlos Couchonal era director de la comisión del Pilcomayo. Se limpió de punta a punta”.
En su opinión, “gracias a ese trabajo, que se hizo contratando equipos viales menonitas, se tuvo agua en los últimos 9 años. Si no hubiera sido por esa limpieza a lo largo de 450 kilómetros hace rato hubiéramos dejado de tener al Pilcomayo”.
En los diversos poblados que recorrimos a lo largo de La Madrid existe coincidencia en el temor que despierta la intención de abrir la embocadura sin que los trabajos hayan concluido en forma.
Este año, el MOPC no invirtió un solo guaraní en rehabilitar los cauces naturales que van al interior del Chaco, desde el canal.
roque@abc.com.py
