Desde hace casi dos décadas, compatriotas ocupan unas 14.800 hectáreas en el distrito de Itakyry (Alto Paraná). El sitio es conocido como Chino Cue. Ahora, el Indert empezó un censo en el lugar que despertó la inseguridad de los compatriotas, pues ya se habían hecho otros relevamientos de datos que no terminaron con resultados esperados.
El señor Ángel Peña, poblador del lugar, dijo ayer a nuestro diario que los técnicos del instituto solamente están trabajando dentro de 3.500 Ha. y que, aparentemente, en una segunda etapa seguirán en otras 6.800 Ha., para completar las 10.300 Ha. que fueron transferidas al Estado el año pasado. El trabajo implica un censo, posteriormente se hará una mensura judicial y según la promesa del ente, en dos o tres meses entregará los títulos a los lugareños.
Recordemos que tras una cuestionada negociación, el presidente del Indert, Justo Cárdenas, acordó la indemnización de US$ 13,5 millones por esas 10.300 Ha., que habían sido expropiadas entre 2003 y 2010. El pago fue para la firma Tierra de Negocios SA, de los empresarios brasileños Sarabia, que se presentaron como dueños de la fracción con dudosos documentos (e indicios de que no eran los propietarios legítimos).
A su vez, el señor Esteban Chávez, docente de Chino Cue, explicó que en el lugar las familias se dedican a diferentes actividades para sobrevivir, ante la histórica ausencia estatal. En ese sentido, indicó que hay cierto temor de los vecinos de que el Indert pretenda ser intransigente y que se cumpla a rajatabla el Estatuto Agrario. Como ejemplo, dijo que muchas familias no tienen producción de autoconsumo, solamente plantaciones de soja, pues es el único rubro que les da renta.
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Sobre la promesa del Indert de que proveerá viviendas, escuelas, caminos y servicios públicos, resaltó que los lugareños lo que necesitan más bien es asistencia para producción, ya que lo demás ya lo consiguieron sin ayuda del Estado.
Según los datos, los pobladores que están asentados fuera de las 10.300 Ha. analizan qué acciones tomar. Uno de ellos, Wilfrido Giménez, señaló que no sabe cómo queda su situación, considerando que el ente rural solo se preocupó y ocupó de la fracción que supuestamente pertenecía a los Sarabia.
Hay cuatro comisiones vecinales dentro de las 4.500 Ha. restantes, que no están recibiendo ningún tipo de apoyo y ni siquiera orientación del instituto rural, de acuerdo con lo explicado.
Junta fijará precios
Según dijo ayer Cárdenas, la Junta Consultiva del Indert determinará el precio que deberán pagar los campesinos. En principio, se había anunciado que serían G. 420.000 por hectárea para quienes viven en las 3.500 Ha. mencionadas, porque esa fracción se expropió como latifundio improductivo; por las 6.800 Ha. serían G. 13,5 millones por hectárea. Hasta el momento, no se habla de qué precio pagarían en el futuro los que están en las 4.500 Ha. restantes.
“Alegría” de los pobladores
El presidente del Indert hizo referencia a la “alegría que constituyó este inicio de formalización de Chino Cue, para la gente que vive en el lugar”.
Cuando le respondimos que según los datos recolectados, más bien hay temor en los lugareños por el precio y la aplicación del estatuto agrario, respondió que “la verdad es otra” y que ABC solo publica “lo malo, lo negativo, condimentado con alguna cuota de mentirilla”.