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El nuevo acceso conecta el camino que viene desde el puente sobre el arroyo Zaimán, en el acceso sur de Posadas, con la avenida Mitre, y a través de ella con el microcentro posadeño. “Con esta vía estamos resolviendo un problema de acceso rápido a la capital provincial, que había sido cortado con la construcción del muro. Esta obra rectifica ese corte que sufrió la vía de acceso con el muro, y permite descomprimir la avenida Costanera, que era utilizada como camino de entrada a la ciudad, pero no fue diseñada para el efecto”, explicó Goerling.
El acceso permite también que los vehículos ingresados desde Encarnación puedan acceder hasta el microcentro de Posadas a través de la Avda. Mitre, aunque no permite tráfico en sentido contrario, hacia el puente.
Para cruzar hacia Encarnación se debe usar los accesos ya existentes, como la Avda. Cabred, pasando por el puente Marconi, o desde la rotonda del puente Zaimán, sobre la ruta provincial 105, a unos tres kilómetros del puente internacional.
La nueva vía permitirá también a los automovilistas que ingresan a Posadas desde la ruta nacional 12 un acceso rápido, sin tener que emplear la avenida costanera, que corre paralela a ella, y que los conductores que vienen de Encarnación puedan tomar un acceso directo hacia el microcentro.
Más casillas, recién para noviembre
Por otro lado, el director argentino de la EBY aseguró que para el mes de octubre o a más tardar noviembre de este año estarán concluidos los trabajos de ampliación del centro de frontera –lado de Posadas– y la habilitación de más casillas de control migratorio, lo que permitirá descomprimir el flujo de pasajeros a través de este paso de frontera.
En estos momentos se está trabajando en las obras de infraestructura básica, como sistema vial, red de alcantarillado, plataformas, tareas que se estima concluirán para el mes de mayo.
Posterior a eso iniciarán las construcciones civiles consistentes en edificios, casillas de control, entre otros, ya con intervención de la dirección general de Migraciones, explicó. Esta segunda fase se extendería hasta el mes de octubre, de no mediar inconvenientes climáticos y otros que puedan retrasar la ejecución de los trabajos.
La obra, en su conjunto, demandará una inversión de unos 200 millones de pesos argentinos (casi US$ 10 millones), refirió el funcionario. Los trabajos que ya están en ejecución demandarán unos 22 millones de pesos (alrededor de US$ 1 millón), y son financiados con fondos de la EBY. Para la obra final serán destinados recursos del presupuesto general de la Nación, según precisó.