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Asimismo, exponentes de las facultades de Ingeniería de la UNA y la Católica e ingenieros expertos. “Todos estuvimos de acuerdo, y se le entregó al presidente (Horacio Cartes) un memorando, que básicamente decía que en Yacyretá no se ponía ni un ladrillo hasta tanto no se resolviera el tema de la deuda. Lo tiraron al basurero, Cartes nombró a cuatro tipos: Ángel Recalde, Eladio Loizaga, López Moreira (Juan Carlos) y el presidente de la ANDE (Víctor Romero), porque todo era cuestión de negociados”, lamentó.
Requerido si confía en una salida negociada, de acuerdo con los espacios que permite el Tratado o, finalmente, un gobierno paraguayo, libre de los temores que exhibieron los anteriores, planteará el caso paraguayo en Itaipú, al Tribunal de La Haya, contestó: “El Art. XXII del Tratado de Itaipú dice: “En caso de divergencias sobre la interpretación o la aplicación del presente Tratado y sus anexos, las altas partes contratantes lo resolverán por los medios diplomáticos usuales”. Y acá viene la trampa: “...lo que no retardará o interrumpirá la construcción o la operación del aprovechamiento hidroeléctrico”. “Esto implica que mientras sigan las discrepancias, Paraguay seguirá recibiendo el precio vil que le paga el Brasil por su energía”, expresó.
Lamentó que tampoco se haya previsto a un tercero, que pueda resolver las discrepancias en cuanto a la interpretación del Tratado; es decir, la “cláusula compromisoria”, que en derecho internacional significa que las partes pueden recurrir a un tribunal internacional, a un arbitraje o a un tribunal de derecho.
Consultado sobre el valor que le otorga a la difusión de este caso en foros, especialmente, internacionales, dijo: “Tenemos que tener una política internacional, crear conciencia entre los países de América Latina sobre esta injusticia que venimos padeciendo”. Manifestó que también Paraguay puede recurrir al mundo académico, a las universidades de nuestro continente y de otras partes del mundo, con el fin de dar a conocer este tema, de manera a forzar al Brasil a sentarse a negociar cambios en un tratado que desde todo punto de vista ha sido muy beneficioso para el vecino país, pero muy perjudicial para los intereses del Paraguay.
Apoyo de la ciudadanía
En cuanto a la participación de la ciudadanía en una negociación como la que nos espera en el 2023, el veterano político liberal manifestó que eso “será fundamental”. Añadió que será importante como respaldo a un gobierno que enarbola como una causa nacional nuestros derechos. “Ahora, no sé si eso va a ocurrir, porque leí que el presidente Mario Abdo Benítez dijo que él es el que va a negociar. No sé si lo que quiso decir es que él será el que dirá la ultima palabra, o va a presidir el equipo negociador”, concluyó.