José María Simone, presidente de la Unión Internacional de Empresarios y Dirigentes Cristianos (Uniapac), enfatizó sobre los ejes que deben trabajar las empresas para alcanzar una economía sustentable. Acorde con el lema del Congreso, “De la desigualdad a la inclusión”, Simone destacó el papel del empresario en este ámbito y, según expresó, hay una evolución en eso.
Sostuvo también que es el momento de romper con la cadena de la pobreza mejorando la vida de los grupos de bajos ingresos, instando a crear un ambiente de trabajo basado en la reciprocidad y a convertir el crecimiento económico en progreso.
Asimismo, aseveró que la mayor contribución del empresario está en generar trabajo, trabajo y trabajo, en tanto que también alegó que una de las debilidades en materia de responsabilidad social corporativa sigue siendo la forma de encararla, ya que según afirma, se plantea y debate mucho, pero al final se obra poco.
Entre otros ítems, Simone invitó a los asistentes a promover el trabajo decente y a tener un mayor y mejor acercamiento a los grupos laborales (como los sindicatos) para que los objetivos encarados tengan un plan de acción en común.
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Durante el cierre del congreso, que convocó por dos días a gerentes y sus colaboradores, los panelistas representantes de distintas empresas exhibieron sus estructuras de acción correspondiente a la responsabilidad corporativa.
La jornada también contó con la presencia de Latifi Chelala, gerente de calidad de la firma Las Tacuaras, y de Norma Prantte, del comité ejecutivo del Banco Itaú, quienes dieron un breve balance de los trabajos que vienen ejecutando en materia de RSE.
Respecto al programa que encara la ADEC con la Fundación Paraguaya, denominado “Empresa sin pobreza”, disertaron Leticia González, de la herboristería Santa Margarita, y Clara Sánchez, del grupo Sueñolar.
También estuvo el sector público, como representantes del Ministerio de Hacienda y de la Secretaría Técnica de Planificación.
