Explicó que la Ley del IRP grava solamente los ingresos por trabajo personal, por participación de dividendos y utilidades societarias, por ventas de inmuebles y acciones, ganancias de capital financiero y la venta de bienes, pero “ahora también es una actividad personal recibir regalado un dinero. Es una locura”.
Ruoti señaló que, con la reglamentación, la única compensación por pérdidas fiscales es la que está en la ley hasta el ejercicio 2015, porque con esta nueva solamente se hará con los préstamos.
Además, considera que lo peor del caso es que cobrarán el impuesto siempre y cuando se venda un inmueble o una acción sobre la rentabilidad presunta, sin importar que ese mismo dinero sea utilizado para comprar en el mismo ejercicio.
“Eso, técnicamente, significa vender un inmueble a US$ 100.000 y en la mayoría de los casos pagarás 3% directo sobre ese monto”, dijo.
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