El titular del emblema Barcos & Rodados (B&R), Luis Ortega, lamentó la promulgación del decreto N° 5714, el pasado 8 de agosto, por el cual se imponen nuevas imposiciones al sector privado. Con esto se vuelve a favorecer a la estatal Petropar, como ya se dio en el decreto anterior que ahora fue modificado.
Ortega indicó que no se explica la razón de este nuevo decreto, en que de vuelta se le obliga al sector a hacer algo vía decreto.
Cabe recordar que con otra normativa similar ya se le había favorecido a Petropar el año pasado mediante el decreto N° 2999, del 27 de enero, para que monopolice parcialmente la importación y la venta en el mercado interno del 50% del volumen total comercializado a nivel país, en cuanto a la nafta económica; gasoil común y nafta virgen (usada por los emblemas para fabricar otros tipos de gasolinas). Esto significa que todos los sellos privados deben comprarle a Petropar el 50% de lo que necesita vender en las gasolineras que operan bajo su emblema.
El Ejecutivo modificó días atrás el citado decreto, por el N° 5714, en el que se amplían las ventajas a favor de Petropar, ya que ahora por esta norma se le obliga al 100% de las estaciones de servicio del país a vender la nafta económica de Petropar, y se le concede un plazo de seis meses para adecuar sus estaciones.
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Según Ortega, este decreto no tiene sustento ni sentido, ya que es el libre mercado el que fija lo que se va comercializar, lo que tiene salida o no. “Hay estaciones de servicio que no tienen todos los combustibles porque nadie lo solicita. Existen gasolineras en el interior del país, que no tienen a la venta el gasoil premium, por citar un ejemplo, porque nadie compra, y existen servicentros en la capital, en que no se vende la nafta económica porque la gente prefiere la nafta de mayor calidad. Esto es oferta y demanda, y así se mueve el mercado y no por decreto”, explicó.
Costará entre US$ 20.000 y US$ 30.000
Esta imposición del gobierno igualmente representará una alta inversión para el sector privado, y que consideran es absolutamente innecesaria. Estimó que las adecuaciones costarán entre US$ 20.000 y US$ 30.000. “Esto cuesta instalar un tanque nuevo, romper cañerías y pisos, erigir una máquina expendedora, habilitar una nueva isla, y en muchos casos ni siquiera ya se cuenta con espacios para agregar expendedoras”, explicó.