Sector rural paga al año de impuesto inmobiliario menos que una gaseosa

Cargando...

Uno de los aspectos que se deben corregir para obtener un verdadero desarrollo rural es el pago del impuesto inmobiliario. Según estudios realizados por Peter Hansen (ex representante residente del Banco Mundial, actualmente consultor), la distorsión de este tributo es tal que en el departamento de Caaguazú, el promedio de impuesto inmobiliario es de G. 1.860 por hectárea por año, es decir menos que el precio de una gaseosa.

Peter Hansen manifestó que los valores en el departamento de Caaguazú, por ejemplo, variaban entre 99.000 y 170.000 guaraníes en  2006, el equivalente a 17 y 29 dólares por hectárea (al tipo de cambio de la época).   

En promedio había un valor fiscal de 20 dólares por hectárea. Estos valores se han mantenido rígidos en términos reales desde 1991, es decir que el Servicio Nacional de Catastro, por tener pocos recursos humanos y estar asentado acá en Asunción, no tiene la capacidad de ir sobre el campo cada año y revaluar las tierras, dijo el especialista.   

Añadió que lo que se ha hecho es aplicar el mismo porcentaje de aumento en el valor fiscal para todo el país año tras año.   

Entonces, la relación de valores entre uno y otro municipio en Caaguazú, se mantenía aumentando poco a poco con los años, pero nunca ha habido un cambio y nunca se tomaron en cuenta los verdaderos cambios en el valor real del mercado, expresó.   

El valor fiscal

Y, como resultado, el valor fiscal promedio en Caaguazú era de solo 1,8% del valor promedio del mercado, es decir, 20 dólares sobre 1.100 dólares que era el valor promedio de mercado del departamento. Para expresarlo de otra manera, el valor promedio de mercado en 2006, era 54 veces el valor fiscal, explicó.   

Pero había mucha diferencia entre municipios. Aunque todo el departamento tenía el valor promedio de 54 veces el valor fiscal, también había municipios como el de J. Eulogio Estigarribia que tenía valores de mercado 105 veces más alto que su valor fiscal, dijo.

Esto muestra un poco la enorme diferencia del rango de los valores fiscales llegando al máximo de distorsión en este distrito de J. Estigarribia, que es el distrito de los sojales más valiosos dentro del departamento, enfatizó Hansen.

Continúa la  subvaloración
  
Ahora –insistió– esta situación de subvaloración sigue hasta hoy día. Los valores fiscales del año 2010 en Caaguazú no han cambiado mucho, hubo ciertos cambios por la cotización del dólar, pero el promedio del valor fiscal es de 186.000 guaraníes, y el impuesto inmobiliario, como sabemos es del 1% sobre el valor fiscal, o sea un sojero, por ejemplo, que tiene lindos terrenos en Caaguazú, hoy en día está pagando apenas 1.860 guaraníes por hectárea por año de impuesto inmobiliario, es decir menos que un pasaje en colectivo, en realidad menos que una Coca-Cola de 300 ml (G. 2.500).   

Caso Alto Paraná  

Para reforzar un poco este punto, tomamos el caso de Alto Paraná donde están las tierras más ricas para la soja y hay muchos terrenos que tienen valor de mercado de 4.000 o más dólares por hectárea hoy en día. Sin embargo, tienen un valor fiscal de 40 dólares y paga un impuesto inmobiliario de 40 centavos, y esos 40 centavos representan 1 de diez mil partes del valor de mercado, acotó el consultor.   

O sea, al final, el impuesto inmobiliario es irrisorio como se dice, es insignificante y mucha gente no paga hasta que tiene que hacer una transacción legal, hipotecar su campo, venderlo o arrendarlo. Y en ese momento de registrar el contrato con el registro público se paga cinco años atrasado los impuestos inmobiliarios. Además, cuesta más dinero movilizarse e ir a pagar el impuesto desde Asunción hasta el municipio correspondiente, que el valor mismo del impuesto, sostuvo Hansen.   

Una de las recomendaciones del experto es que se enmiende la ley vigente para pagar sobre el valor real de la tierra, señaló.

Hay que tener en cuenta que el pago de un impuesto inmobiliario, pero  sobre el valor real, es una manera de retribuir a la sociedad parte de esa renta que el propietario está recibiendo por el uso exclusivo de ese recurso natural.    Ese pago del impuesto a la tierra representa un equilibrio entre derechos de usufructo y una retribución a la sociedad por el uso exclusivo de ese recurso natural, sostuvo Peter Hansen.

Lea mañana: El impuesto inmobiliario y su importancia en la reforma agraria.

Mañana: Tema de la proxima nota
Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...