Boidanich detalló que el borrador de la futura reglamentación ya casi está listo, y que deben ajustar algunos detalles, como la socialización con el grupo afectado.
En un primer paso, la Secretaría reglamentará el registro obligatorio de las casas no bancarias que otorgan créditos al público, así como la identificación de sus accionistas y origen de fondos de los mismos. Las entidades que no se adecuen a las exigencias no podrán operar con el sistema financiero y/o cooperativo del país, advirtió Boidanich.
No obstante, el titular de dicha secretaría alegó que se requerirá más que la acción de la Seprelad para prevenir los abusos y riesgos sistémicos, afirmando que “es preciso avanzar en un acuerdo interinstitucional para una adecuada supervisión sobre las transacciones y tasas del mercado, a través de instituciones como el Banco Central del Paraguay (BCP), la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET) y la Secretaría de Defensa del Consumidor (Sedeco), entre otros entes. Por el momento, los negocios en cuestión escapan de todo control.
Con la actualización de la Ley Bancaria (ya promulgada) y de la carta orgánica que está en estudio, el BCP tendrá, por su parte, más fuerza legal para entrar a controlar a las casas de crédito de mayor porte, según el riesgo que representen.
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De acuerdo con una encuesta revelada por la Asociación de Entidades Financieras (Adefi), el sector de las casas de crédito aglutina hasta el momento a unos 300.000 clientes; muchos de los cuales migraron del sistema regulado (bancos y financieras) debido a las menores exigencias que los nuevos negocios ofrecen a los usuarios. Estas entidades han experimentado un crecimiento inusual en los últimos tres años, pasando de 65 entidades a unas 130 aproximadamente, que están operando en el mercado.
Alertas en el sector
La preocupación sobre la expansión repentina de estas entidades radica en los permanentes abusos que reportan los usuarios, como el cobro de tasas muy por encima de lo permitido (tasas usurarias entre el 60% y 100%), y la carencia de una central unitaria de riesgos que permita determinar el nivel de endeudamiento real del usuario financiero.
Por el momento la información crediticia está dispersa y se corre un serio riesgo de sobreendeudar a los clientes, situación que podría desencadenar serios problemas al sistema financiero, pues la mayoría de estos negocios recurren a préstamos para capitalizarse.
Precisan Ley de las SA
Además del registro de las entidades en Seprelad y mayor control sobre las transacciones que realicen las casas de crédito, se requerirá necesariamente de la aprobación de la Ley que modifica el régimen de las sociedades anónimas. Esto con el fin de identificar a sus accionistas y verificar el origen de los fondos precisaron desde la Secretaría de Prevención antilavado. Es que la mayoría de las entidades acreditadas como casas de préstamos son sociedades anónimas, por lo que no siempre es posible identificar fielmente a sus propietarios.
El proyecto de ley que establece las acciones nominativas de las sociedades anónimas ya cuenta con media sanción por la Cámara de Diputados.
