Si adjudican rutas II y VII a única oferta existente, habrá otra “ruta de oro”

El único consorcio oferente para la APP de las rutas II y VII presentó una oferta según la cual el costo de la obra, sin incluir el financiamiento, sería de 415 millones de dólares para un tramo de 149 kilómetros. Esto significa que cada kilómetro costará 2,8 millones de dólares, aún cuando la mitad de la vía ya está hecha.

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La referida obra que está en licitación por el sistema de alianza público privada (APP) es una duplicación; la mitad de la ruta ya existe porque hay actualmente un carril de ida y otro de vuelta. Sobre esos carriles, en el marco de las obras, se harán solo trabajos de bacheo y recapado, según manifestaron ingenieros entendidos.

Sin embargo, la única oferta que está en estudio está cotizando un precio de 415 millones de dólares para la obra (que no incluye intereses), como si en la franja que van a intervenir no hubiese nada construido.

Como son 149 kilómetros los que van a duplicarse, esto significa que cada kilómetro de obra costaría casi 2,8 millones de dólares, un precio incuestionablemente inflado que convertirá a este proyecto en otra “ruta de oro”.

Las fuentes consultadas consideran esto una “tomadura de pelo” a la ciudadanía. Además, sostienen que el MOPC se aprovecha de que ningún constructor se atrevería a aseverar públicamente el sobrecosto de esta obra, por temor a ser excluido de otras licitaciones.

Recordemos que la apertura del sobre que contenía la oferta económica tuvo lugar en un acto prácticamente secreto, organizado por el Ministerio de Obras Públicas, aún tratándose de una licitación pública.

Si se adjudica la obra al único consorcio en carrera, este se quedará con la administración de la ruta durante 30 años y con toda la recaudación en peaje.

Un solo oferente

La oferta en cuestión fue presentada por el consorcio integrado por las empresas Mota-Engil, Sacyr Agunsa y Ocho A.

En principio el consorcio estaba integrado únicamente por Mota Engil y Ocho A, pues estas empresas se presentaron juntas a la precalificación.

Sin embargo, el día de la apertura de ofertas todos los demás consorcios que había sido precalificados y que estaban habilitados a competir no se presentaron.

Se presentó el ya mencionado con la adhesión a última hora de Sacyr.

Esta última empresa, pero como integrante del consorcio Sacyr-Agunsa, también está en competencia en la licitación (APP) para la modernización del aeropuerto Silvio Pettirossi.

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