El Ing. Gustavo Segovia Dávalos, técnico de extensa trayectoria en el sector hidroeléctrico, también en Yacyretá, en una reciente entrevista con ABC Color, advertía que cada centímetro (cm) de sobreelevación del nivel del embalse de la hidroeléctrica equivale a 2 MW de potencia adicional.
Añadía que con la energía producida por esa potencia ordeñada al margen, incluso del Tratado añadimos nosotros, puede atenderse la demanda de servicio eléctrico de una comunidad de 6.000 habitantes.
“Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe”, advierte un viejo refrán. En una forzada paráfrasis, podríamos decir que tanto van las denuncias sobre la corrupción en Yacyretá que al final hay saturación”.
¡636 MW adicionales!
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Si así no fuese, ¿qué explicación tendría el silencio cuasi sepulcral de nuestras autoridades ante semejante irregularidad?
En los ocho meses, en forma acumulativa, el abuso contra el patrimonio binacional, especialmente de la parte paraguaya, es de 318 cm (la suma de los promedios mensuales de los cm de sobreelevación) o sea 636 MW adicionales si aplicamos la premisa básica dada a conocer por el Ing. Segovia.
¿A quién beneficia? A Ebisa (Emprendimientos Energéticos Binacionales Sociedad Anónima) del vecino país, porque sigue llevándose más del 85% de la producción binacional.
¿A quién perjudica? Al Paraguay porque su consumo aún no alcanza el 15%.
El Ing. Segovia enfatizaba que “todas las obras del proyecto, así como la ley de expropiación, fueron diseñadas considerando como ‘criterio básico de diseño la cota 83 msnm del embalse”.
“El incumplimiento de esta premisa de proyecto implica mayores riesgos; mal funcionamiento de las obras y sistemas, mayor deterioro progresivo de las obras, mantenimientos más frecuentes y costosos y otras consecuencias negativas con el correr de los años”, agregaba el especialista.
Añadimos: mayor inundación en las áreas afectadas, especialmente en la costa paraguaya que es la más baja.
¿Cual es la cota legal? En el Anexo B del Tratado se lee que “el nivel máximo normal del embalse fue establecido en 82 m sobre el nivel medio del mar...” y se advierte que la sobreelevación “máxima” admisible es de 0,70 m. En la NR (Nota Reversal) de agosto de 1979 se reitera la misma cota y magnitud admisible de sobreelevación; recién en abril de 1989, la NR N° 3, habla de 83 msnm, como cota y que el nivel 84 en Encarnación-Posadas, aparece en una de las NR de 1992, que autorizaba la generación, según una “ley de operación del embalse a cota reducida en zona de inundación”. Etapa superada con creces desde el 2011.