Esta situación se debe principalmente a la falta de alcantarillado sanitario, un servicio que corresponde por Ley 1614/2000 a la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap).
Existen reglamentos y ordenanzas municipales que prohíben esta práctica común de los vecinos, pero la Comuna no hace cumplir.
De acuerdo a esas normas, los contribuyentes que no poseen el servicio de alcantarillado sanitario deben contar con pozo ciego domiciliario para arrojar sus aguas negras.
Ninguna administración municipal, específicamente su dirección de medio ambiente, realiza control alguno y mucho menos castiga a los contribuyentes que incumplen las ordenanzas.
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Hay muchos ciudadanos que se quejan ante los medios de comunicación contra los desechos arrojados a las calles, porque además de contaminar el ambiente con un olor nauseabundo, pone en peligro la salud de los vecinos debido a presencia de bacterias que generalmente contienen los desechos cloacales.
Solamente en la capital hay unos siete barrios de los 68 existentes que no poseen alcantarillado. En la lista figura el exclusivo B° Mburucuyá, además de los barrios San Pablo, Nazareth, Ykua Satî, Cerro Corá, Zeballos Cue y Trinidad.