Miembros de la Cámara Frutihortícola del Paraguay y empresarios importadores de tomate fueron convocados por el Senave para encontrar una solución al conflicto que los enfrenta actualmente, con mutuas acusaciones de por medio.
Los importadores de tomate responsabilizan al Senave de trabar la expedición de la acreditación fitosanitaria de importación (Afidi), que consideran una barrera extraarancelaria usada como herramienta comercial en vez de ser un documento sanitario para impedir el ingreso de plagas y enfermedades, que es el objetivo de su creación.
Los importadores realizaron cierres intermitentes la semana pasada en el acceso al Mercado de Abasto como medida de protesta.
El titular del Senave, Ing. Oscar Cabrera, confirmó que el ente no está dando la autorización fitosanitaria, conocida también como Afidi, debido a que tiene informes del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), de que se está cumpliendo con la demanda de tomates del mercado local. Agregó que la función de la institución también es la de precautelar la producción nacional, de tal modo que también sea competitiva. “Sobre esta situación voy a consultar este lunes. Acabo de hablar por teléfono con el ministro (Juan Carlos Baruja). Voy a llevarle todos los datos y como él es el responsable de la política agrícola del país, vamos a estar analizando cuál es la situación y ver cuáles son las acciones a tomar”, expresó.
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Uno de los representantes de los importadores de tomate, Aldo Villarreal, había dicho que el contrabando del tomate también tiene i ncidencia en este conflicto. Respondió que ese flagelo será siempre un problema en la medida en que el precio del tomate de producción local suba demasiado, generándose así un caldo de cultivo, al impedirse la importación legal, debido al faltante del producto.
