Una reserva ecológica de Asunción se ha convertido en un gran basural

El Banco San Miguel, espacio de 300 hectáreas, declarado reserva ecológica en 2005 por Ley N° 2715, se ha convertido hoy día en un gran basural, donde conviven los invasores entre la mugre, el lodo y los humedales. El área protegida abarca desde la Bahía, parte del Bº Tablada Nueva, hasta el río Paraguay.

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A nueve años de ser declarada reserva ecológica, un predio de 300 hectáreas que abarca la Bahía de Asunción, el Banco San Miguel y parte del barrio Tablada Nueva –conocida como Bañado Norte–, se encuentra en deplorable estado ambiental. Está totalmente contaminado con desechos cloacales y basura de todo tipo, que ponen en peligro la salud humana.

Muchas familias residentes en el lugar se dedican a la cría de cerdos, otros tantos al reciclaje de basura, cuyos restos van a parar a los humedales, arroyos y lagunas junto con su propia basura.

No solo los lugareños tiran sus residuos sólidos en el sitio, también lo hacen los frigoríficos que funcionan en la zona. Tiran restos de animales y huesos, según los vecinos.

La Municipalidad de Asunción, propietaria de la reserva, permite la depredación de la poca área verde y la invasión se registra sin pausa. Cada día llegan nuevos pobladores ante la total inacción de la Comuna asuncena. Hay acusaciones de que los mismos políticos son los promotores de las ocupaciones ilegales.

Muchos moradores están haciendo sus negocios con los terrenos fiscales. Los venden por grandes sumas de dinero, inclusive los espacios que nadie habita.

Una fuente nos comentó que hace poco se vendieron algunas parcelas de terreno a dos empresarios astilleros, cuyos nombres no pudo precisar, por G. 90 millones cada inmueble. El único documento que avala la “propiedad” es un contrato privado de compra-venta firmado ante una escribanía.

Varios astilleros se instalaron en la ribera del río.

La mayoría de las familias invasoras no pagan impuestos y se enganchan peligrosamente a los postes de la ANDE. La estatal no puede colocarles medidores porque el terreno es fiscal, encima declarada por ley “reserva ecológica”.

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