El jueves 4 de este mes, luego de la finalización de la ceremonia de suscripción del Acta de Entendimiento sobre la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), el jefe de la delegación paraguaya en la mesa de negociaciones con el Gobierno argentino, Juan C. López Moreira, adelantaba que “dentro de 30 días, en la primera quincena de junio, las cancillerías deberán presentar la correspondiente Nota Reversal “que contemple los puntos referidos a la modificación del Anexo C del Tratado...”.
El encuentro y firma del Acta de los presidentes Horacio Cartes y Mauricio Macri se habían realizado en la Nave de Montaje de la central hidroeléctrica, en la isla paraguaya Yasyretá.
El canciller nacional, Eladio Loizaga, a su turno, ese fin de semana, ya en Asunción, confirmaba a los periodistas la versión de López Moreira al declarar que habían comenzado a trabajar en la redacción del nuevo instrumento diplomático, “que debe ser enviada al Congreso para su aprobación” en los próximos 30 días”, plazo, o tal vez una mera expresión de deseos, que se cumple este domingo.
“A partir de ese momento –desde el día de la remisión del proyecto al Legislativo– quedará en manos de la Cámara de Senadores de nuestro país la ratificación o no del documento...; desde el Ejecutivo ya hicimos nuestra parte”, remataba López M.
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Loizaga, en su charla con los periodistas en Asunción, inquirido acerca del futuro del “Acta de Entendimiento”, respondió que “estamos en momento político electoral, pero que creía “que se actuará pensando en el país, porque el Paraguay también va a necesitar de las obras. En el 2030 vamos a llegar a la escala final de nuestra producción y consumo energético y ya tenemos que ir pensando en las fuentes alternativas”, dijo.
El argumento del canciller, sin embargo, colisiona frontalmente con el punto 5 del Acuerdo, que admite apenas un ajuste del 20% del monto de la “compensación” por cesión de energía e ignora una histórica exigencia nacional, que es la de la libre disponibilidad de su energía en la usina, para aprovecharlo en su territorio y/o exportarla al país que le pague el precio vigente en el mercado y no US$ 10/MWh, que le abonará Argentina.