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ALBERDI, Dpto. de Ñeembucú (Clide Noemí Martínez, corresponsal). Esta ciudad fronteriza resurge después de los dramáticos momentos que asoló a la población por la inundación registrada entre finales de 2015 e inicios de 2106. La comunidad recibe el influjo positivo del turismo de compras y obras de infraestructura encaradas por el Gobierno nacional. Sin embargo, la precariedad de la infraestructura de la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP) resulta un cuello de botella que no permite explotar toda su potencialidad.
Las pésimas e inseguras instalaciones que reciben a los miles de visitantes argentinos que acceden a esta ciudad para aprovechar las ofertas de los comercios locales.
A la desidia de las autoridades portuarias, se suma una muy sospechosa adjudicación y pago por obras de mejoramiento de la terminal portuaria, que jamás fueron llevadas a cabo.
La firma Ykua Sakã Ingeniería SRL, con RUC Nº 80024614-4, habría recibido más de G. 238 millones de la ANNP para la “construcción de pontón flotante, pasarelas y obras de protección en la terminal portuaria de Alberdi”. El proyecto aparece como terminado en la página web de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP), pero la realidad es otra.
Sobre esta obra fantasma las autoridades portuarias jamás dieron explicaciones. A pesar de nuestras publicaciones del año pasado, las instalaciones portuarias siguen en lamentable estado. Además, el Ministerio Público no atinó a iniciar una investigación y tampoco las instituciones oficiales de control del uso de los recursos públicos.
El jefe no está
Actualmente, las inquietudes de los alberdeños ni siquiera pueden ser evacuadas localmente, ya que el jefe del puerto, Genaro Vilchy, prácticamente no aparece en la oficina.
Cuando hace una semana realizábamos nuestra tarea en el lugar fuimos duramente increpados por una funcionaria de la institución, que afirmó que estaba “prohibido sacar fotos del lugar”. Ayer volvimos a llamar a la oficina y preguntamos por el jefe de Puerto para una entrevista y nos respondieron que estaba en Asunción.
Por esta larga lista de irregularidades, la falta de seguridad y el vergonzoso estado de sus instalaciones, se puede concluir que la ANNP es un freno al progreso de Alberdi, en momentos en que desde el sector público y privado se realizan esfuerzos para su recuperación.
El gobierno de Horacio Cartes debería intervenir para evitar que la peligrosa desidia de esta institución, opaque el impacto positivo de las grandes obras que se ejecutan en la zona.
Casillas y subregistro
Algo llamativo en el pontón de la ANNP es que la mayor parte del espacio, que debería servir para recibir a los visitantes con cierta comodidad, está ocupado por casillas comerciales, en una suerte de privatización de la sede de la institución estatal. También es extraño que mientras en la comunidad se menciona que diariamente ingresan miles de visitantes los ingresos por tasa portuaria estarían registrando no más de 300 personas. Existen suspicacias sobre la razón de este subregistro.