AREGUÁ, Dpto. Central (Fanny Ruiz Díaz Oggero, especial). El nivel del lago Ypacaraí tuvo un descenso de tres metros. Ocurre 16 años después de la última bajante histórica, según los datos.
Con el descenso del caudal en las orillas del espejo de agua se observa una lamentable imagen, principalmente en la playa municipal. En el sitio se pueden ver desde botellas y bolsas de plástico hasta cubiertas viejas que se mezclan con una maloliente capa negra, formada al parecer por lodo, materia orgánica o por residuos industriales.
Adriano Godoy, canoero de la zona, manifestó que los turistas siguen visitando el lugar y utilizan el servicio para realizar paseos por el legendario lago Ypacaraí.
El director de medioambiente de la Municipalidad, Juan Bautista Romero, expresó preocupación por la bajante y aseguró que es causada por el fenómeno climático La Niña. Añadió que la sustancia negra que se observa en las orillas y principalmente en la playa municipal no es dañina.
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Anunció que en los próximas días la administración comunal realizará la limpieza del lugar y que lo extraído entregarán como abono a los productores de frutilla.
Manifestó que están analizando la posibilidad de que la empresa coreana BKT Co Ltd y WorCom presente a la Secretaría del Ambiente (Seam) un proyecto para reactivar el biodigestor, que se utilizó años atrás para mejorar el aspecto del agua y se obtuvieron muy buenos resultados. “Todo depende de los fondos que ingresen a la Comuna, debido a que el costo es muy elevado”, aclaró.
Romero señaló que mucho no se puede hacer para frenar los efectos de la naturaleza y que solo con una buena lluvia podría aumentar el caudal de los arroyos Yukyry y Pirayú, que alimentan el lago. Eso tendría un efecto inmediato en el espejo de agua, indicó.
El lago Ypacaraí se encuentra a escasas cuadras de la Municipalidad, pero su limpieza al parecer no interesa a la administración del intendente Denis Torres (ANR). Desde hace unas semanas dedica los miércoles a la realización de mingas ambientales en el distrito, tareas en las que involucra a casi la totalidad del funcionariado comunal, pero ignora la situación de la orilla del lago.
La población y los visitantes tampoco cuidan el lago, considerando que son quienes ensucian con desechos su cauce.