Al terminar el colegio fue al Brasil para convertirse en pediatra, pero el “techaga’u” le obligó a volver y destacarse profesionalmente en el país. Fue director del hospital regional y actualmente es presidente de la cooperativa de médicos, Unimed.
Los primeros pobladores de Ciudad del Este llegaron en las décadas de los 60 y 70. Entre ellos se encontraban los padres de Víctor Cubilla Sánchez, que migraron para trabajar en instituciones públicas que se habían habilitado. Corría el año 1976 y el niño tenía 12 años.
“Poseíamos una casa en el Área 2. Las calles eran de tierra al igual que la supercarretera a Hernandarias. Había mucho monte alrededor”, contó el médico, que estudió en el Centro Regional de Educación.
De esa época viene a su mente la ansiada espera de los aterrizajes de los aviones que llegaban desde Asunción. “A la salida” del colegio, al mediodía, todos los martes y viernes aguardaban con ansias ese momento en el aeropuerto Alejo García, hoy convertido en un espacio de esparcimiento al aire libre.
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A Cubilla también le quedan los recuerdos del microcentro, donde vio elevarse el primer edificio, Progreso, además de la juguetería Miramar, una tienda de madera que luego se incendió. “En casa escuchaban radios locales, Itapirú y Parque, pero los canales de televisión eran todos brasileños, ya que los canales paraguayos por aire no llegaban. Esto facilitó que junto con mis amigos aprendiéramos portugués”, cuenta.
La ventaja del idioma le sirvió ya que al terminar el colegio la intención era convertirse en médico, beca mediante, en el vecino país del Brasil.
Para lograr su meta dio un examen de portugués en el Centro de Estudios Brasileños, que lo superó sin ningún esfuerzo, ganándose la posibilidad de estudiar en la universidad de Natal, Brasil, donde se recibió de médico y realizó la especialización en pediatría. Sin embargo, a los 26 años Cubilla decidió retornar a su hogar, Ciudad del Este. “Me ganó la añoranza y volví”, relató.
Agregó que en solo 8 años la región había dejado de ser un pueblo para convertirse en una urbe. “Eran principios de los 90 y nos habíamos convertido en la tercera potencia económica mundial. En lo que era la canchita de fútbol donde jugaba de chico estaban construyendo el hospital regional”, mencionó.
El médico aporta desde entonces sus conocimientos por un mejor servicio de salud para los niños.
Actualmente es presidente de Unimed, la cooperativa de médicos formada en 1983, que provee seguro médico privado a la población.
Casualmente, Unimed está ubicada a un costado del parque Alejo García, donde Cubilla veía aterrizar aviones cuando tenía sólo 12 años. Ahora está casado, tiene tres hijas y dos nietas, todas esteñas.
Sueña con una ciudad más ordenada, con más profesionales y fuentes de trabajo.
