Las comunidades “beneficiadas” con el proyecto fueron Toro Pampa, San Carlos y María Auxiliadora, ubicadas en el centro del Chaco. La iniciativa encarada por la Senasa también involucró a la Gobernación de Alto Paraguay, la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN), la Mesa Intersectorial de Agua y Saneamiento para el Chaco (Mias-Chaco), y el proyecto de planes participativos de agua y saneamiento ambiental. Fue gerenciado por el Programa de Naciones Unidas (PNUD) con financiación del Instituto Internacional del Agua de Estocolmo (SIWI).
El proyecto incluyó el montaje de estructura y tanque de agua. También tendido y reparación de cañerías, conexiones domiciliarias e instalación de sistema de bombeo desde tajamares sin ser potabilizados.
El único enfermero de San Carlos, Arnaldo Millán, manifestó su preocupación por la situación. Recomendó a los pobladores acarrear el agua del río Paraguay hasta tanto lleguen las lluvias regenerativas.
